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Así es un día en Puracé bajo la sombra del volcán
El municipio de Cauca es el más afectado por la actividad del volcán, en alerta naranja. La población vive entre la ceniza, el agua gris y un debate entre evacuar o no
En medio de la montaña, con mucha lluvia, la neblina rondando por las calles y un frío intenso, transcurren las horas para los habitantes del municipio de Puracé.
Sus calles están vacías y ya es mediodía, uno pensaría que abandonaron el pueblo, pero no es así, cada uno está en sus actividades, en la casa, en las escuelas, en las huertas, en los corrales, ordeñando. Aquí la vida continúa, no se detiene, ya los puraceños, están acostumbrados a ese despertar constante del volcán Puracé.

La declaratoria de alerta naranja el pasado sábado no es nueva, lo han vivido en ocasiones anteriores. El año pasado en los primeros meses y hasta marzo, el volcán parecía dispuesto a rugir con fuerza, pero luego se calmó y volvió a dormir en sus propios tremores, que fueron disminuyendo con el paso de los días.
Hoy, en la región hay una nueva alerta. El aumento de la sismicidad ha generado la emisión de gases que se perciben a veces en la población. Y la caída de ceniza, que es más notoria, pero que se borra con las constantes lluvias que se presentan días y noches en la región. Dice Willinton Tote, gobernador indígena del resguardo de Coconuco, que se trata de Papá Señor, el creador del universo, velando por el bienestar de las comunidades, porque con el agua limpia los pastos para que los animales puedan comer y no se quemen los cultivos de papa y hortalizas, además evita la contaminación de ríos y quebradas.

Ni en Coconuco, dónde está la sede administrativa del municipio, ni en Puracé, localidad igual de importante y epicentro del comercio y paso obligado hacía el Huila, se ha sentido con rigor la situación que ha generado la actividad del volcán.
Pero hay preocupación entre los habitantes de Puracé, porque las entidades de gestión del riesgo, organismos de socorro, autoridades locales, departamentales y nacionales, planean ubicar albergues para evacuar a las familias que se encuentran en la parte alta del volcán y que, según el alcalde Humberto Molano, correspondería a más de 1.470 personas. Pero no hay condiciones, se cuenta con un salón y dos polideportivos. Además, las familias que están en esa zona no quieren dejar sus casas, su ganado, sus gallinas. No se las pueden llevar y no saben que hacer, porque ahí, en esos terrenos, está todo por lo que han luchado durante tantos años. Además, no saben cuándo podrán volver y solo cuentan con eso para vivir.
Sin embargo, las autoridades consideran que se debe adelantar ese proceso, como medida de prevención, a fin de evitar una tragedia. “Y es que con los volcanes, no se sabe que pueda pasar, solamente monitoreamos, hacemos seguimiento, prevenimos, pero es impredecible, lo que pueda ocurrir de un momento para otro”, asegura Jaime Raigoza, coordinador del observatorio vulcanológico y sismológico de Popayán.

Por su parte, el alcalde Humberto Molano, decretó la calamidad pública en el municipio. “Es una forma de garantizar los recursos para poder atender el traslado de las familias que deben ser evacuadas, de ubicarlas y garantizar su bienestar en el municipio”, indicó el mandatario.
Más allá, unos kilómetros después de la población de Puracé, dónde están las comunidades en la parte alta, mucho más cerca del volcán, la situación no es diferente. Los habitantes de la vereda Cristales, que está a más de 3.200 metros sobre el nivel del mar, donde el frío es penetrante y se ve de frente el volcán, el día a día es difícil. Allí se sienten los gases, arden los ojos, pica la garganta, se fatigan la personas; en las hojas de los árboles se puede apreciar la ceniza que forma costras, que ni el agua se ha podido llevar. El agua que corre por zanjas o pequeños riachuelos cambió de color, ya no es cristalina, sino gris, opaca y no se puede consumir.
Leni Mapallo, habitante del sector asegura que “el agua está contaminada y no tienen de dónde abastecerse. La ceniza ha caído de manera constante y fue necesario tapar con plásticos los lagos o reservorios de agua, pero no es suficiente”.
Allá preocupa lo que pueda pasar porque además, aseguran que durante décadas han permanecido olvidados. Una demostración de lo que denuncian es el mal estado de la vía, intransitable, es casi un camino de herradura.
Por eso hay malestar, porque hoy quieren evacuarlos, llevarlos a otro sitio fuera de su entorno, de su vida, sin planeación, algo que se debió prever hacer mucho tiempo y acondicionar los refugios, teniendo en cuenta, la cosmovisión, los usos y costumbres de las comunidades indígenas.
Es un tema que deberá discutirse, que deberán dialogar las autoridades con las comunidades para lograr un acuerdo que permita, ante todo, preservar la vida, porque con el volcán no se sabe, se despierta, pero es difícil establecer la intensidad de su despertar.
La alerta naranja declarada por el Servicio Geológico Colombiano, ha movilizado a las entidades, organismos de socorro, autoridades locales, para desarrollar acciones que permitan prevenir y responder ante una situación que no es ajena para quienes habitan en este municipio.
Las acciones continúan. Las reuniones y las decisiones son constantes para responder ante este nuevo desafío que se presenta con el volcán Puracé, que alteró la tranquilidad, que le recordó a los habitantes del oriente caucano que está vivo y que está activo.
Por eso, el Servicio Geológico Colombiano anunció que el martes se instaló una nueva cámara térmica, que permitirá obtener visuales nocturnas del volcán Puracé y detectar oportunamente posibles columnas de gases o ceniza.
El Servicio Geológico Colombiano dio a conocer un nuevo reporte de la actividad del volcán Puracé, el cual se encuentra en estado de alerta naranja. La entidad señaló que en las últimas horas se han generado emisiones de ceniza con columnas que alcanzan hasta 800 metros de altura y se reportaron señales sísmicas asociadas al movimiento de fluidos debajo del cráter. Se ha mantenido el registro de sismicidad asociada al movimiento de fluidos dentro del edificio volcánico, tipo Tremor y Largo Periodo, las cuales están localizadas principalmente bajo el cráter del volcán.
Agregaron que los extranjeros no residentes crecerían a 4,7 millones, aumento de 5%; mientras que el tráfico aéreo caería 2,4%
Si la comparación se hace con el mismo periodo del año pasado, la contracción es aún mayor. Frente al tercer trimestre de 2024, cuando la IED totalizó US$3.304,5 millones, la caída asciende a 12,1%
En total se registraron 10 emisiones de ceniza desde el cráter del Puracé, por las cuales se emitieron alertas dirigidas a la Aeronáutica Civil