Arriendos, salud, matrículas y transporte, los servicios que empiezan el año con alzas

A fin de que pueda organizar sus cuentas y alistar sus proyecciones, LR elaboró una lista de los incrementos que le ayudará a determinar cuánto debe destinar de más para los gastos básicos.

El dato de la inflación, que para 2015 cerró con una variación de 6,77,% jalona en la misma medida los incrementos en arriendos de viviendas, fija el tope de las matrículas para las universidades y permite reajustar la tarifa administrativa de los tiquetes aéreos. De acuerdo con la Aeronáutica Civil, este valor, que se viene pagando desde 2012, subió desde el domingo en menos de $2.000 a $26.500 para un trayecto y a $47.900 para dos trayecto en vuelos nacionales.

Por su parte, el incremento de 7% para el salario mínimo, que permitió llevar la remuneración legal más baja permitida a $689.454 mensuales, se replicará en la tarifa administrativa de los conjuntos residenciales y en las multas de tránsito.

En el sector transporte también habrá incrementos en sistemas masivos como Transmilenio en Bogotá, para el cual se discute si se cobrará $100 o $200 por encima de 2015, y el Metro de Medellín, que desde el 1 de enero cuesta 7,73% más. Así mismo, aunque en menor medida, sube el galón de gasolina, que para el primer mes del año estará 0,05% por encima de lo establecido en diciembre.

Por debajo de estas referencias están las matrículas para los colegios privados que se ubicaron entre 4,46% y 6,36% en instituciones con libertad vigilada, regulada y régimen controlado. La tasa de usura también creció en 0,52% hasta llegar a 29,52% para el primer trimestre.

Variaciones superiores se vieron en las cuotas moderadoras de las EPS, que es el monto que se pagan cada vez que se toma una cita médica, se ordena un examen o se receta una medicina. Estas serán 8% más costosas para la categoría A (quienes ganan menos de dos salarios mínimos). Lo propio sucede con la expedición del pasaporte, que ahora costará $160.000, 17,79% más.

De acuerdo con Alejandro Espitia, docente de Economía del Politécnico Grancolombiano y asesor del DNP, algunos de los cálculos pasan por criterios técnicos que van más allá del comportamiento de la inflación, por lo que la revisión debe hacerse a qué se regula y qué no dentro de esos incrementos periódicos. “La pregunta es cómo hacemos para evitar más subidas y parte de eso es no generar espirales inflacionarios, por lo que debe mirarse en cada caso qué aumento se justifica”, dijo.

Por su parte, Edgar Jiménez, profesor de posgrado en Ciencias Administrativas de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, explicó que en la década de los 90 también se vivió un incremento de salarios que no correspondía a la realidad, además se asumieron una serie de gastos superiores a la inflación, “que llega a ser un impuesto”.

Lo que se vendría con la reforma tributaria
Aún no se sabe a ciencia cierta de cuánto podrían ser los aumentos en los impuestos que contempla incluir el Gobierno en el proyecto de reforma tributaria, esta decisión ya es lo que más le preocupa a los colombianos respecto a los gastos adicionales que tendrían que asumir. Sin embargo, ya hay debate alrededor de una propuesta sobre el impuesto a los vehículos. El incremento de los avalúos oscila entre 40% y 300%, lo que llevó al Gobierno a revisarlos.

Las opiniones

Alejandro Espitia
Economista, docente del Politécnico Grancolombiano y asesor del DNP
“Es problemático atar los incrementos al salario mínimo, deberían basarse en parámetros como la inflación o algún otro criterio técnico”.

Edgar Ricardo Jiménez
Profesor de Ciencias Administrativas en la U. Jorge Tadeo Lozano
“Estos incrementos juegan en contra de las personas asalariadas, independientemente de si ganan el mínimo o más, aunque la inflación afecta más a los bajos ingresos”.