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El consumo de bienes de lujo a nivel global se mantiene estable en medio de una marcada desaceleración de la economía mundial.
Según las cifras reportadas por las 75 compañías de bienes de lujo más grandes del planeta, durante el pasado año fiscal, alcanzaron ventas por US$171.800 millones, lo que equivale a un promedio de US$2.300 millones por cada compañía. Este sobresaliente desempeño está sustentado en los resultados que hacen parte del reporte Global Powers of Luxury Goods, divulgado recientemente por Deloitte.
En este sentido, estimamos que el crecimiento de las economías desarrolladas se acelerará, brindado un escenario positivo a la industria en los países del primer mundo, donde se concentra principalmente la producción y el comercio de los mismos. Sin embargo, el crecimiento de la economía no es la única variable a tener en cuenta. Influyen también factores tan diversos como los volúmenes de viajes realizados alrededor del mundo, las medidas de protección adoptadas para la propiedad intelectual, la proclividad de los consumidores al ahorro, y las variaciones en la distribución del ingreso. A continuación, un repaso general de
Las tendencias regionales:
Las sedes de las más importantes empresas de bienes de lujo del mundo se concentran en Europa, concretamente en Francia, Italia, España, Suiza y Reino Unido (siendo Estados Unidos la notable excepción a la hegemonía europea en el estrato superior de esta industria). Estos países albergan a cerca del 87% de las 75 principales compañías de bienes de lujo y acapararon más del 90% de las ventas globales del sector en el año 2012.
En cuanto a la forma de comercio, siguen aumentando las tasas de comercio electrónico en los mercados emergentes de Asia-Pacífico, América Latina, Medio Oriente y África. Las compras de este tipo de bienes por parte de turistas alrededor del mundo privilegiará destinos como Francia, Italia y Reino Unido, siendo Estados Unidos uno de los países con mayor número de ciudadanos con capacidad adquisitiva para contribuir significativamente al buen desempeño de la industria.
Globalización: el aumento de la población de consumidores de las clases alta y media-alta en los mercados emergentes ha impulsado significativamente las iniciativas de consolidación en el segmento de los bienes de lujo durante los últimos años. Las regiones de Asia-Pacífico, América Latina, Medio Oriente y África se combinaron para representar el 19% del mercado global de bienes de lujo en 2013 y, según la firma Euromonitor, dichas regiones crecerán el 25% entre hoy y 2025.
Las compañías de bienes de lujo mantienen un estrecho control sobre todos los aspectos que atañen a su negocio, desde el diseño de productos y la identificación de fuentes de insumos hasta las actividades de manufactura, mercadeo y distribución. Al tener la propiedad de todos los eslabones que conforman la cadena de valor, las compañías de productos de lujo pueden garantizar la calidad de los mismos y de los servicios que prestan a su selecta clientela, protegiendo así el futuro de la marca a largo plazo. En consecuencia, están recurriendo a la integración vertical como uno de los impulsores de sus esfuerzos de fusión y adquisición corporativas dentro del sector de los bienes de lujo.
La consolidación de la industria del lujo con grandes aliados
Las firmas de inversión, siempre ávidas de oportunidades para aumentar sus ganancias, están aportando su grano de arena a la masiva consolidación del mercado, contribuyendo a la conformación de un número cada vez más selecto de grupos empresariales, en el que las marcas con el potencial para escalar sus operaciones, incluso aquellas empresas en aprietos económicos, se convierten en los mejores aliados.
