Las firmas constructoras de Brasil están viviendo un ‘renacimiento’ de la mano del deporte. Así como con el mítico estadio Maracaná, que fue reabierto con US$121 millones financiados por la CAF, inversionistas internacionales gozan del auge de negocios del país, beneficiados por los US$500 billones en necesidades de infraestructura de cara al Mundial de Fútbol y las Olimpiadas de Río 2016.