En Colombia, desde hace un par de años, las compañías de retailers vienen invirtiendo en aplicaciones y desarrollos para ventas en línea, copiando los casos más éxitos de Corea del Sur y Estados Unidos (pioneros en el tema), pero con tanta publicidad y todo, a la hora del envío dicen que no hay stock (de las cosas más básicas), incumplen los tiempos y usan más de un domicilio para la entrega. Parece que no estamos listos.