Cuando Carlos Gustavo Cano (1946) se disponía a instalar la XXIII Convención de Seguros, su cinturón se enredó con el vestido de la presentadora Stephanie Suden hasta el punto que una de las empleadas del Teatro Heredia de Cartagena tuvo que separarlos. La situación causó risas entre los más de 400 asistentes al congreso y llevó a rendirles un largo aplauso a Suden y Cano.