A finales del año pasado, la ministra de Educación, Gina Parody (1973) encontró una nueva manera para utilizar las balas: las volvió bolígrafos. Como regalo de Navidad, la ministra envió esta novedosa idea a decenas de personalidades de la vida nacional. El último en sumarse al grupo del ‘balígrafo’ fue el alcalde Enrique Peñalosa (1954), quien lo recibió el martes, y posó para las cámaras con su regalo.