Desde hace algunos años se ha presentado en el país una autentica explosión de firmas de consultorías en comunicaciones unipersonales, de periodistas salidos de grandes medios que montan su servicio al estilo ‘clínicas de garaje’ para competirle a los bufetes de comunicaciones ya instituidos. La trama Springer ha desatado mucho nerviosismo entre los comunicadores que prestan esos servicios, incluso sin cobrar IVA. Todo sea por la plata.