Un acuerdo de voluntades produjo que el Ministro de Trabajo, Luis Eduardo Garzón (1951), se le midiera a pintarse las uñas. Masglo es la marca privilegiada y convenció al funcionario de involucrarse en la moda del nail art. El acuerdo incluye a 200.000 manicuristas del país en busca de su formalización laboral para que empiecen a cotizar pensión, se vinculen a una EPS y a una Caja de Compensación familiar para mejorar sus labores.
