Además del limitado acceso que tuvo la prensa a los eventos de la Cumbre de Las América en Cartagena, la Cancillería se la iba poniendo color de hormiga a algunos comunicadores. Fotógrafos y camarógrafos que se ganaron la rifa para la cumbre empresarial tuvieron que protestar en pleno lobbie del Hotel Hilton para que les permitieran el ingreso a todos, pues algunos jefes de prensa estaban advirtiendo que tenían que hacer un nuevo sorteo para limitar aún más la entrada.