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Habíamos comentado en detalle las implicaciones de la devaluación bolívar-dólar del pasado 8 de febrero.
Decíamos entonces que la tasa de cambio oficial, al pasar de Bs$4,3/dólar a Bs$6,3/dólar, generaba una devaluación del 46,5%.
Dicha cifra duplicaba el ritmo de la inflación del 20% observada en Venezuela durante el año 2012, reproduciéndose así el patrón de intentar mantener la tasa de cambio real bolívar-dólar relativamente estable.
Sin embargo, con ello se genera una creciente espiral inflacionaria, dada la gran dependencia importadora de bienes básicos que enfrenta Venezuela, donde ahora escasean hasta los bienes más básicos de aseo personal. También anotábamos que se había eliminado la comercialización de divisas en el mercado oficial paralelo (Sitme) (Bs$5,3/dólar), reconociendo su fracaso administrativo.
En su reemplazo, se había creado un nuevo Órgano Superior para la Optimización del Sistema Cambiario, el cual presagiábamos que también fracasaría.
En efecto, ahora se han estado produciendo nuevas devaluaciones bolívar-dólar por cuenta del recién instituido Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad).
Fuentes extraoficiales señalan que se ha producido una devaluación del 120% en dicho mercado, tras subastarse US$200 millones a Bs$14/dólar (frente a la tasa de cambio oficial-Cadivi de Bs$6.3/dólar). Entre tanto, el papel de la banca comercial en dichas subastas no ha sido reglamentado y se especula sobre la fecha y las condiciones de la próxima subasta del Sicad. Dada la crisis petrolera de Pdvsa y la escasez de divisas, es claro que se ha estrechado el acceso a éstas y el mercado libre ha virado hacia una flotación, donde gobierna la insatisfecha demanda por dólares. Al igual que otros esquemas de tasas de cambio múltiples usados por Venezuela en el pasado, el Sicad está condenado a fracasar.
Implicaciones del Sicad
Para la canasta típica exportadora colombiana, el Sicad implicará una devaluación nominal (promedio ponderada) del 13% en la relación bolívar-dólar desde marzo de 2013. Así, aumentará en 17 pps la registrada en febrero (37%), acumulando con ello una devaluación del 54% frente al cierre de 2012. Éste sería el resultado de pasar de una tasa de Bs$5,1/dólar en 2012 a una de Bs$7,9/dólar desde marzo de 2013. Esto supone que: i) un 89% de las transacciones se realizaría a la tasa de cambio oficial Cadivi (Bs$6.3/dólar); ii) un 6% de ellas se liquidaría a la tasa oficial-paralela-Sicad (alrededor de Bs$14/dólar) si se normaliza el Sicad y el 6% de los recursos sigue financiando las importaciones colombianas (tipo Sitme); y iii) el 5% se transa a la tasa de cambio paralela (Bs$30/dólar).
En cuanto al impacto del Sicad sobre el comercio bilateral, éste se convierte en una alternativa tan sólo aparente para revitalizar nuestras exportaciones hacia Venezuela.
En principio, éste les aseguraría el pago a nuestros empresarios. Sin embargo, el Sicad se quedará muy corto a la hora de satisfacer las necesidades, como ya lo explicamos, al cubrir sólo el 5%-7% del valor total de las importaciones de Venezuela. Al considerar todos estos factores, difícilmente nuestras exportaciones alcanzarían la meta de los US$3.000 millones que habíamos pronosticado meses atrás. Al corte de abril su ritmo anual tan sólo llegaba a los US$2.600 millones.
Requisitos para tener cuenta en dólares
De acuerdo con el periódico El Mundo de Venezuela, tener cuentas en dólares en ese país es muy sencillo. Se necesita una copia de cédula, referencia personal y copia de un recibo de servicio. Pero hay que tener en cuenta que se podrá recibir y realizar transferencias a otras cuentas en el exterior, pero no a otra cuenta en dólares abierta en un banco venezolano y que dinero depositado se puede retirar en el país con el cambio oficial.