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‘La revolución de las ruanas’

jueves, 12 de diciembre de 2013
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Gabriel Forero Oliveros

Cansados del olvido del Estado y de la mala gestión de sus líderes gremiales, los campesinos decidieron ponerse la ruana como armadura, salir a las calles y bloquear el aparato político y económico oficial, con el propósito de mejores condiciones para trabajar. 

El punto más álgido  de la llamada ‘revolución de las ruanas’ fue cuando en agosto de este año,  se movilizaron  más de 30.000 pequeños y medianos productores, en siete departamentos,  en busca de disminuir el impacto de problemáticas como el precio de los insumos; los altos costos de producción; la falta de reconversión productiva y la debilidad en la gestión de las Federaciones gremiales.

Este último punto desnudó la institucionalidad del agro colombiano, pues ninguna de las manifestaciones contó con el aval de su gremio. Productores de cacao, papa, café, leche, panela, arroz, entre otros alimentos, decidieron moverse por si solos, argumentando que no se sentían representados por las Federaciones.

Precisamente, este factor desencadenó la creación de las ‘Dignidades’, organizaciones de campesinos que se dedicaron a llevar las peticiones al Gobierno, cuando el presidente Juan Manuel Santos se retracto de la frase: “el tal paro agrario no existe”.

La baja de los precios de los insumos fue un tema clave en la ‘revolución’. Este dolor de cabeza de los campesinos  esperaba aliviarse con la reducción de los aranceles  a cero de los agroquímicos, pero hasta ahora no ha surtido efecto. Por ejemplo, en el cultivo de café los insumos tienen una participación  en los costos totales del 18% por un valor de $2.160.000.

El mismo devenir infructuoso también lo han tenido los subsidios para el precio interno de los productos. En un principio se pensó  que con la compra  diaria de 1.000 toneladas de papa por parte del Estado, los precios iban a mejorar, o por ejemplo , que con el programa de Protección al Ingreso Cafetero (PIC), con el que se dan $165.000 por carga de 125 kilos de café, se iban aliviar las pérdidas, pero en su lugar,  los productores siguen diciendo que los precios se están deprimiendo cada vez más y que 2013 fue un año nefasto para el campo.  

Con estos acuerdos, los voceros campesinos firmaron en septiembre  el cese al paro. En teoría, el país regresó a la normalidad, pero los productores  sentaron la base de un sector inconforme. 

Cafeteros piden mejores costos de producción
Los caficultores fueron jugadores estratégicos en el desarrollo del Paro Agrario de mediados de año.  Por eso, durante el pasado Congreso Nacional Cafetero se planteó una política de costos de producción que aspira a bajar los precios de los insumos y permitir el acceso a líneas de crédito con mejores tasas de interés, con el objetivo de que los campesinos dejen de  producir a pérdida. 

Pérdidas fueron de $1 billón
Tras 20 días de Paro Nacional Agropecuario, la economía nacional registró pérdidas mayores a $1 billón.  Durante las manifestaciones se afectaron a varios sectores. Uno de los más perjudicados fue el de los transportadores, quienes perdieron cerca de $720.000 millones. Así mismo, Fedepapa dijo que dejó de ganar $5.000 millones diarios; Asoleche advirtió que cada día dejó de ganar $15.000 millones; y  los cebolleros perdieron $64.000 millones semanales.

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