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Si bien la papa o la ‘trufa de tierra’ sigue siendo un cultivo primordial de casi todos los campesinos colombianos, el uso de las diferentes variedades de papa en Colombia ha evolucionado en las diferentes regiones paperas del país y la demanda de variedades ha aumentado de acuerdo a su uso para consumo en fresco (90%) y consumo para procesamiento (10%).
Las diferentes propiedades que benefician el cultivo de la papa como el tamaño de la finca, el riego, la fertilización, la zona de cultivo, entre otras técnicas, propician un mejor contenido nutricional y más calidad para procesamiento, con lo cual se busca aumentar la competitividad del cultivo, no solo a nivel loca, sino en el exterior.
Para Pedro David Porras Rodríguez, Secretario Técnico del Comité Regional de la Papa de Cundinamarca, el mejoramiento genético en papa es uno de los componentes de mayor importancia para la cadena productiva.
“En búsqueda de cultivares de mayor rendimiento agronómico, mejor calidad tanto para consumo de mesa como para el procesamiento industrial, que tengan mas tolerancia a plagas y enfermedades y adaptación a los ambientes cambiantes, es importante que la competitividad del cultivo esté siempre presente”, afirmó.
Y es que desde 1990, el Convenio Unipapa ha entregado a los agricultores la variedad Ica Unica, que se ha posicionado como un material de excelente aceptación por parte de agricultores y consumidores.
En esa misma línea, la Universidad Nacional de Colombia y la Federación Colombiana de Productores de Papa, entregaron a finales de 2002 la variedad Pastusa Suprema como respuesta a la necesidad de tener una variedad que remplazara la tradicional Parda Pastusa.
Según Porras, “La variedad Pastusa Suprema en un lapso no mayor a seis años logró ser la más sembrada en el país, en particular en departamentos como Cundinamarca, Nariño y Boyacá, gracias a sus ventajas técnicas y económicas.
“Entre otras bondades, se destacan su menor necesidad de nutrientes, su mayor tolerancia a la Gota de la Papa, mejor adaptación a menores alturas de siembra y buena calidad culinaria. Incluso hoy, con un buen potencial para la industria de bastones”, añadió.
Tecnología como ayuda competitiva
En el proceso de evaluación de nuevas variedades de papa, así como en el proceso de registro oficial, en donde los agricultores han participado activamente y promovido la transferencia de tecnología, especialmente a través de grupos de productores vinculados a Escuelas de Campo de Agricultores, llamados ECAs.
Por ello, los ajustes agronómicos se han venido adaptando gracias al apoyo técnico suministrado por profesionales y la experiencia de los agricultores que han disminuido parte de la carga de insumos, con lo cual el medio ambiente también es ganador en todo este proceso de la industria.
Santiago Perry, director ejecutivo de la Corporación PBA, en el seminario “Impactos de innovación participativa en papa” consideró que el trabajo con empoderamiento, bajo un esquema novedoso como es la participación de los pequeños productores en trabajos de investigación es escencial para liderar los procesos tecnológicos de este cultivo.
“Debemos ayudar estos sistemas que estamos trabajando en beneficio del país, donde son los pequeños productores quienes han consolidado organizaciones, trabajando en sectores tecnológicos, que sean ellos mismos que seleccionen lo que van a hacer, ya que es un cambio fundamental”, aseguró.
Y es que los recursos entregados a los agricultores, gracias al programa de mejoramiento genético de la Universidad Nacional de Colombia y el apoyo de Fedepapa como Rubí, Betina, Roja Nariño y Esmeralda, se empiezan a vislumbrar como variedades de excelente aceptación por el mercado que las hace más competitivas frente a variedades tradicionales.
“En cuanto al segmento de papas criollas, el país cuenta con cuatro variedades nuevas (Criolla Guaneña, Criolla Galeras, Criolla Latina y Criolla Paisa) que acompañan la tradicional ‘Criolla Colombia’, la cual ha buscado en los procesos tecnológicos de los productores mejorar su aptitud hacia el consumo fresco directo y hacia la industrialización”, añadió el ingeniero agrónomo.