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Analistas 02/04/2020

Cómo se levanta la cuarentena

Simón Gaviria Muñoz
Exdirector de Planeación Nacional

“Esto va a tomar muchos meses, no acaba el 14 de abril”, nos clarifico el presidente Duque mientras hacía balance de la primera semana de cuarentena. Esta segunda semana, mientras sobrepasaremos los 1.000 casos de Covid-19 en el país y vemos el diario crecimiento de pacientes afectados, la frase del presidente suena más acertada que nunca. Esto se refuerza con los estimativos del Instituto Nacional de Salud de más de cuatro millones de contagios. Así, se ve cada vez más lejana la posibilidad de que con el final de la cuarentena regresemos a la normalidad. Mientras no exista vacuna, las medidas restrictivas estarán presentes.

El Gobierno Nacional debe anunciar públicamente un protocolo con condiciones precisas para levantar o relajar la cuarentena. El dolor económico de la cuarentena es mayúsculo para miles de familias y aunque sea necesaria, la presión para levantarla cada día es mayor. Pero me pregunto: si se declaró la cuarentena cuando había 156 casos en el país y aumentaba 13 casos diarios de Covid-19, ¿qué pasará si el 14 de abril las cosas están peor, con miles de casos incrementando en centenares diariamente? ¿declaramos una victoria temprana para volver a la normalidad como si nada? El levantamiento prematuro de la amarga cuarentena puede salir más costoso. Con una masa crítica de infectados, sin ningún tipo de restricción, rápidamente llegaríamos a esos cuatro millones de contagiados causando caos en el sistema de salud e innecesariamente aumentando el número de fallecidos.

Los colombianos necesitan unas reglas de juego claras definidas por científicos para saber cuándo y bajo qué parámetros pueden volver a la normalidad. Esta decisión no puede quedar en manos de egos o vaivenes políticos, por ejemplo:

• Que la región o municipio tenga un descenso en el número de casos.

• Tenga la capacidad plena para hacer exámenes confiables del virus, y

• Todos los insumos y capacidad suficiente en el sistema de salud incluyendo su personal

Sea cual sea el protocolo, días antes del 14 de abril la presión para regresar a la normalidad de algunos gremios y opinadores será feroz. Gremios van a enunciar la crisis económica sobre la cual tienen buenos argumentos. Fácilmente, alcaldes o gobernadores van a querer suspender la cuarentena argumentado la crisis social. El torbellino de presiones va a ser tan violento que nos va a llevar de una decisión científica a una política. Un protocolo claro y definido, le amarra las manos al Gobierno para protegerlo. También les brinda a los mercados algo de certeza frente a las decisiones del gobierno frente a las crisis.

Los datos confiables con la clave para un protocolo exitoso. La información debe ser regionalizada, verificable y debe permitir la mayor segmentación posible. Si esto va para largo, el protocolo de levantamiento debe tener medidas intermedias diferentes a la draconiana restricción del hogar. Por ejemplo, si un municipio registra una semana consecutiva sin casos, la restricción debiera darse a nivel del municipio no del hogar. El enfoque entonces enfatizaría en cómo se sale e ingresa al municipio, habilitando un mínimo de actividad económica. Si son posibles, estas medidas intermedias les darían a los colombianos un respiro físico y económico.

Entiendo que para un gobierno es arriesgado definir criterios con una crisis evolucionando, pero la claridad vale oro. Si el gobierno le da al país un protocolo de levantamiento de la cuarentena y comunica su lógica, con el tiempo lo puede ir refinando. La única manera de organizadamente salir de la crisis es con una sola voz que defina protocolos claros, diferenciados, y públicos.

P.S. Sería bueno que un grupo de expertos aconseje sobre la hydroxycloroquina y la azitromicina que han desaparecido de las droguerías. Sabemos que Trump las ha recomendado mucho.

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