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El deterioro de la movilidad en las principales ciudades colombianas y el atraso de la infraestructura de transporte, venían afectando la calidad de vida y la competitividad, perturbando el desarrollo económico y social; tendencia que se está revirtiendo de manera asimétrica en las aglomeraciones urbanas y de forma más consistente, pero con grandes talanqueras, en la conectividad del territorio nacional.
La ciudad región de Bogotá, es la que más crece en el país, extendiendo su territorio por fuera del Distrito. Por ello, la población regional es de cerca de 9,5 millones de habitantes, sumados 1,4 de los 16 municipios vecinos. Diariamente entran y salen al Distrito cerca de 400.000 personas, fundamentalmente por motivos laborales.
En un día promedio, se moviliza carga de 128 mil toneladas, por prácticamente las mismas vías de más de 50 años. Bogotá es el gran centro regional de servicios sociales para salud, educación y desarrollo social. No obstante ser una ciudad de oportunidades, la movilidad es un desastre. El transporte masivo de pasajeros requiere la ampliación del sistema Transmilenio, el metro y más modos de transporte. La Administración actual está revirtiendo el deterioro, planeando una urbe ordenada y compacta para el largo plazo y construyendo el camino para la mejora.
Medellín es ejemplo de desarrollo urbano por su mejoramiento continuo de infraestructura. El sistema masivo de transporte Metro, inaugurado en 1995, cambió las rutas y los ritos de los ciudadanos. Los diferentes modos de transporte mejoran la movilidad ciudadana. No obstante, los vehículos en la capital antioqueña transitan a 22 km/h, cuando hace una década el mismo promedio era de 34 km/h.
El potencial de crecimiento productivo de nuestras grandes ciudades depende, en gran medida, de la calidad de la infraestructura de transporte, de su operación logística y de la conectividad nacional. Para esto último y la mejora en competitividad, es necesario continuar con la ampliación de la operación aérea, la mejora de puertos, la implementación del plan maestro de transporte intermodal 2015 - 2035 y en general el plan maestro de infraestructura nacional, que incluye las concesiones 4G.
De otra parte, a pesar de los inadmisibles sobornos de Odebrecht, en casi todos los países las obras de la empresa y sus consorcios se vienen concluyendo a satisfacción, menos en Colombia. Esa decisión de liquidar los contratos paralizó obras de infraestructura como la Ruta del Sol II y el proyecto de recuperación de la navegabilidad del Río Magdalena derivada de la declaratoria de caducidad del contrato de Navelena.
Pues bien, este último es un ejemplo de talanquera al desarrollo de una región y de la conectividad con modo de transporte más económico. Barrancabermeja y el Magdalena Medio, se afectaron con esta caducidad. El puerto Impala se construyó en concesión con la multinacional suiza Trafigura. Las conexiones viales con Ruta del Sol se ejecutan, siendo principal obra la Gran Vía Yuma, corredor fundamental en esta solución articulada de infraestructura intermodal. Otro ejemplo, es la desconexión del Llano con Bogotá.
La infraestructura de transporte es instrumento de desarrollo, la articulación de los diferentes modos de transporte y la mejora de la movilidad de nuestras grandes ciudades, apalancan la competitividad y la calidad de vida de los ciudadanos.
