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Analistas 27/09/2012

Inflación y escasez en Venezuela

Sergio Mutis Caballero
Presidente Grupo Valor
La República Más
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La inflación exagerada y sin control, superior al 30% anual; y la escasez alimentaria, cuyos precios no paran de subir, son la muestra del fracaso del modelo económico de Venezuela. Al revisar la canasta alimentaria, el incremento en el 2011 alcanzó el 43% y, este año la tendencia en algunos productos es peor.

El cambio de rumbo depende en gran medida del próximo resultado electoral a llevarse a cabo el 7 de octubre. Desde cuando el presidente Chávez se ha presentado a reelecciones, no ha habido una clara posibilidad de que pierda la Presidencia de la República.

Hugo Chávez según la encuesta de Datanálisis, supera a su rival Henrique Capriles en 10 puntos porcentuales; sondeo del 5 de septiembre pasado que favorece al primero con 49 por ciento, contra 39 por ciento del segundo. En cambio, las encuestadoras Varianzas y Consultores 21, están señalando un empate técnico; hay posibilidad que el candidato opositor venezolano Henrique Capriles gane.

Hasta en las encuestas hay disparidad y polarización. Venezuela esta dividida. En el entretanto, a pesar de los altos precios del petróleo y que sus vecinos pasamos por momentos de crecimiento, la economía venezolana acumula desequilibrios macroeconómicos y no crece lo que crecen la mayoría de países latinoamericanos.

La inseguridad jurídica y empresarial son temas demasiados complicados que impiden generar inversiones conducentes al desarrollo económico y social en Venezuela. El intervencionismo estatal en la economía ha sido fatal. Cada día cae más la poca confianza inversionista.

Es absurdo que un país productor de hidrocarburos, con tanta riqueza natural y con  un potencial de capital humano como el que cuenta, esté en tan errática posición. Venezuela no aprovecha la bonanza del petróleo.

La clase empresarial, por demás afecta por raza y cultura a la internacionalización, ha venido en debilitamiento y remplazada en ocasiones por grupos de nuevos ricos emergentes, cuyas fortunas están ligadas al gobierno y a actividades “non sanctas”.

A América Latina toda, le conviene un cambio en el manejo económico de Venezuela. El país puede resolver la incertidumbre política por la que pasa y entonces enderezar el rumbo económico. Estos riesgos políticos y económicos, han elevado los costos de financiación y disminuido la inversión extranjera.

Por el contrario, cada día llegan más empresarios venezolanos a Colombia, a Estados Unidos de Norteamérica y a países de Centroamérica. La inversión interna en Venezuela abandona el país, convirtiéndose en inversión extranjera en otras naciones, como la nuestra.

El alto nivel de escasez de alimentos que persiste en Venezuela, genera oportunidades para la agroindustria colombiana, ejemplo a mencionar es la muy desarrollada industria avícola santandereana. En todo caso, es injusto que el pueblo venezolano enfrente tal situación de decadencia económica y social, sin seguridad alimentaria para sus hogares.

Henrique Capriles espera que la escasez de alimentos en Venezuela, se refleje en escasez de votos para su contendor Hugo Chávez. Indistinto del resultado electoral, como Venezuela es un socio comercial importantísimo para Colombia, es necesario seguir construyendo buenas relaciones diplomáticas, culturales y económicas.

Un buen ejemplo de sociedades comerciales entre naciones y por sobre todo entre empresarios de países gobernados con ideologías distintas, es la actividad comercial de países desarrollado de occidente con países de oriente como China, Corea y Vietnam, entre otros. Es una forma de capitalizar buenas relaciones.

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