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Analistas 10/12/2013

La inflación de noviembre: ajuste de pronósticos

Sergio Clavijo
Prof. de la Universidad de los Andes
La República Más
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El Dane reportó que el mes de noviembre registró una sorpresiva deflación de -0.22%. Ese dato resultó bastante inferior al previsto por los analistas (0.09%) e inclusive fue más deflacionario respecto al observado un año atrás (-0.14%). Así, la lectura de inflación total continuó aflojando, ahora a ritmos de 1.76% anual frente al 1.84% del mes anterior, ubicándose por debajo del límite inferior del rango-meta de largo plazo del Banco de la República - BR (2%-4%).

Esa menor inflación se explica por las abundantes cosechas, dejando ahora la inflación de alimentos en solo 0.62% anual. De forma similar, la inflación subyacente (sin alimentos) continuó desacelerándose al pasar de 2.31% al 2.21% anual. Todo esto apunta hacia una inflación total que estaría cerrando el presente año cerca de 2%, cifra inferior al pronóstico que veníamos manejando en el rango 2.2%-2.4% tan solo unos meses atrás, con lo cual el BR se estaría alejando significativamente del 3% que ha perseguido. 

A nivel microsectorial, la inflación de noviembre se incrementó en los grupos de diversión (0.7%), vestuario (0.26%) y salud (0.12%), pero hubo deflación en los grupos de alimentos (-0.53%), vivienda (-0.26%), transporte (-0.11%) y otros gastos (-0.09%). En cuanto al IPP, también se observó una deflación mensual de -0.26%, con lo cual su lectura anual pasó del -1.9% al -1.3% al corte de noviembre.

En el plano macrofinanciero persiste una elevada incertidumbre global. La Ocde ahora pronostica que el crecimiento global sería tan solo de 2.7% en 2013, por debajo del 3.1% estimado meses atrás y también inferior al 3.2% observado en 2012. Aunque Estados Unidos tan solo estaría creciendo 1.6% en 2013 (vs. su potencial de 2.5%-3%), el buen desempeño laboral de noviembre (llevando el desempleo al esperado umbral de 7%) podría dar lugar al pronto inicio del programa de recortes de liquidez por parte de la Fed. En cambio en Europa, los riesgos de deflación (0.9% anual al corte de noviembre), el persistente desempleo a ritmos de 12% y el pronóstico de contracción del PIB-real a tasas de -0.5% han llevado al Banco Central Europeo a profundizar sus programas de liquidez. A su vez, los BRICs del mundo emergente solamente crecerían 5.7% en 2013 (vs. 8% de años anteriores) y América Latina con dificultad repetiría el 2.6% del año anterior.

En lo local, cabe recordar que el crecimiento del primer semestre solo alcanzó 3.4% anual, lo cual luce insuficiente para llegar a la meta oficial de 4.5% durante 2013. Las buenas noticias están proviniendo del sector de la construcción, que bien podría llegar a crecer cerca de 9% en el año, pero preocupa sobremanera la desaceleración de la producción manufacturera (-2.7% anual durante enero-septiembre), el relativo estancamiento del comercio (3.5%), del sector minero-energético (3.3% acumulado al corte de junio) y el colapso de las exportaciones (-3.5% acumulado al corte de octubre). 

Tal vez la única noticia destacada proviene del frente laboral, en el cual la tasa de desempleo marcó un descenso histórico a niveles del 7.8% en octubre. Sin embargo, el promedio de desempleo en lo corrido del año todavía marca un 9.9% y su reducción ha estado más liderada por una disminución en la tasa de participación global que por un verdadero dinamismo en la generación de empleo.

Según los cálculos de Anif, si la inflación cierra cerca del 2% en 2013 y la tendencia de la productividad laboral es de 1.3%, entonces el reajuste del Salario Mínimo Legal (SML) no debería superar el rango 3.5%-4%. Nótese que este rango se ubica cerca del ofrecimiento realizado por los empresarios (3.3%), dentro de la Comisión Tripartita, pero aún dista mucho del exagerado 8% solicitado por las centrales obreras. Cabe recordar que un desborde del 4% sobre el mencionando tope en el reajuste del SML abortaría el destacado descenso que ha venido mostrando la tasa de desempleo, la cual podría perfilarse hacia un favorable promedio del 9.5% durante 2014.

Estos resultados de crecimientos moderados en el PIB-real de Colombia, junto a las marcadas “sorpresas” deflacionarias de este último trimestre, nos están mostrando que existe espacio para continuar con una amplia laxitud monetaria. De hecho, ahora la repo-real se ha trepado a niveles del 1%-1.5% frente a los niveles más estimulantes, que Anif ha evaluado en 0.75%, siguiendo su Índice de Condiciones Monetarias. En las próximas semanas el Dane revelará el dato de crecimiento del PIB-real del tercer trimestre de 2013, el cual Anif ha venido pronosticando en 4% anual. Imaginamos que una vez se conozca dicho guarismo, el BR pasará a evaluar las bondades que tendría esta recomendación de Anif de acentuar un poco más la política monetaria contracíclica, dada la marcada turbulencia global del cierre de 2013 y principios de 2014.

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