.
Analistas 06/05/2023

Más mujeres en ciencia y tecnología

Natalia Jaramillo
Directora de Educación en Microsoft para Andino Sur

La educación es uno de los factores más importantes para cerrar las brechas de género. En América Latina y el Caribe, un aumento de 1% en la tasa de alfabetización de las mujeres se correlaciona con un aumento de 14% en la tasa de participación laboral femenina. Además, los obstáculos que impiden a las niñas completar 12 años de educación representan pérdidas de productividad e ingresos que oscilan entre los US$15 billones y US$30 billones para los países, según un estudio del Banco Mundial. A nivel global, se estima que los ingresos por hora aumentan 9% por cada año adicional de escolarización.

A pesar de que se han hecho progresos significativos en la equidad de género en la educación en América Latina, la brecha en la educación secundaria y superior todavía es grande. Según la Unesco, solo 48% de las mujeres completan la educación secundaria y solo 27% la educación superior. En los campos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (Stem), donde las oportunidades de trabajo están en aumento exponencial, las mujeres están subrepresentadas. Menos de 30% de los trabajadores en Stem son mujeres.

Además, a pesar de que la demanda por perfiles de Stem ha aumentado en 36%, solo 17% de los cargos asociados a estas carreras es ocupado por mujeres, y 83% por hombres, según un estudio de Michael Page.

Las razones de esta subrepresentación son variadas y complejas, y muchas de ellas están asociadas a los entornos educativos, sociales y familiares. Por lo tanto, el “pipeline” que alimenta a estas industrias de mayor dinamismo y mejor remuneración está roto: simplemente no hay suficientes mujeres formándose en estas disciplinas. Un estudio de la Universidad Javeriana demuestra que, aunque el número de personas graduadas de carreras Stem ha aumentado considerablemente en los últimos 20 años, solo el 38% son mujeres y este promedio se ha mantenido igual desde el 2001.

Para cerrar la brecha de género en Stem, es importante acompañar a las niñas desde los primeros años, ya que las mujeres comienzan a desarrollar estereotipos de género a una edad muy temprana. Los mensajes prejuiciosos, como “las niñas no son buenas en matemáticas” o “no sirven para la ciencia”, suelen comenzar en el hogar y ser comunicados por los entornos educativos, los docentes y los compañeros de la escuela.

Para contrarrestarlos, debemos empoderar a las niñas, darles confianza en sus habilidades sin sesgos de género y asegurarnos de que estén expuestas a modelos femeninos en Stem en la vida real, los contenidos educativos, los referentes culturales y en los medios de comunicación para que puedan verse a sí mismas en estos roles.

Es importante proporcionar oportunidades para que las niñas exploren Stem de manera experiencial. Varios estudios indican que las niñas son más propensas a interesarse en Stem si tienen la oportunidad de participar en actividades de gamificación, programación, robótica y aprender haciendo (maker). Así que se requiere una mayor intencionalidad en entusiasmar a las niñas para que desafíen los estereotipos y se lancen a experimentar, a equivocarse y a pensar diferente.

Educar a las niñas para mejorar su participación en áreas críticas como la ciencia y la tecnología no sólo genera mayores oportunidades para las mujeres y atraerlas a una industria con alto déficit de talento calificado. Es una herramienta para la vida.

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA