La equidad de género, no solo cuestión de justicia

En la vibrante intersección entre el trabajo, la igualdad y el progreso económico, las mujeres nos estamos destacando más que nunca en la industria. En mi caso, al ser la primera mujer en ocupar la gerencia general de FSQ Group (dueños de marcas como Qbano, Culti by Qbano y Pizzamania), he tenido el privilegio de evidenciar esta gran evolución. Mi experiencia no solo es personal, también ha sido el reflejo de un panorama laboral en transformación, donde a diario nos encontramos desafiando estereotipos y conquistando niveles de liderazgo que antes eran impensables.

Desde la innovación empresarial, hemos presenciado cómo el compromiso con la equidad de género, no es solamente una cuestión de justicia, ya que está comprobado que es un motor de crecimiento económico. En Qbano, por ejemplo, establecimos una cultura corporativa donde el talento femenino no se limita a ser reconocido, por el contrario, es fomentado.

El compromiso con el cambio se refleja en cifras tangibles, donde 58,8% de nuestra nómina es femenina, ocupando 55,5% de los cargos de liderazgo; datos que se asocian a un indicador de progreso, y asimismo, a un testimonio de la contribución significativa que estamos planificando hacia el éxito de nuestra empresa y por ende, al desarrollo del país.

Sin embargo, no podemos ignorar los desafíos que continuamos enfrentando en las compañías y en la sociedad, porque a pesar de los avances, las barreras siguen latentes. Desde los obstáculos inherentes al acceso a roles de liderazgo, la visibilidad de los logros, hasta la brecha salarial, aún queda mucho trabajo por hacer para garantizar que podamos alcanzar el pleno potencial dentro del mercado laboral.

En FSQ Group hemos demostrado que el liderazgo femenino es posible y transformador, al imprimir en nuestra cultura organizacional, un sello único de identidad y vinculación femenina con el que promovemos valores, humanidad, y profesionalismo, que beneficia a todos y cada uno de los empleados.

Tras haber enfrentado y superado obstáculos en mi carrera profesional, entiendo la importancia de compartir mi experiencia y orientar a las generaciones futuras. A las jóvenes que se están formando en la academia, les diría que estos temas no son modas pasajeras, son imperativos fundamentales para el progreso económico y social.

Necesitamos seguir visibilizando el trabajo y los logros femeninos, mostrando el camino hacia la igualdad de oportunidades en todos los ámbitos de la vida.

Además del aspecto monetario, el trabajo nos ofrece una plataforma única para expresar la identidad y contribuir al tejido social. Como líderes empresariales, tenemos la responsabilidad de promover oportunidades para todas las personas dentro y fuera de nuestros escenarios profesionales. Todas podemos llegar lejos, desde el rol que tu elijas ser. Todo es válido, todo es importante, la diferencia está en que se convierta en una parte de lo que queremos ser sin prejuicios y con el convencimiento de que cada visión es válida e indispensable.

En resumen, nuestro papel en la industria es cada vez más relevante; si bien enfrentamos desafíos, también estamos logrando avances hacia una mayor igualdad de género en todos los ámbitos, lo vemos en la actualidad a nivel nacional, con temas como la reducción de semanas de cotización de pensión para mujeres, o incluso a nivel internacional, con decisiones de países como Francia. A medida que continuamos empoderándonos y promoviendo una cultura empresarial y social inclusiva, estamos allanando el camino hacia un futuro más justo y próspero para todos.