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Analistas 25/03/2022

Tres temas para emprendedores

Juan Manuel Nieves R.
Estudiante de Comunicación Política
JUAN MANUEL NIEVES

La tecnología ha cambiado al mundo en los últimos 30 años. Nunca antes en la historia habíamos estado tan conectados, ni la información viajaba a la velocidad que se maneja ahora; con ello han nacido nuevos negocios y en auge están las Startup.

Una startup puede definirse como una empresa en creación enfocada principalmente en tecnología; hoy son millones los jóvenes emprendedores que sueñan con un nuevo negocio. Sin embargo, todo negocio conlleva sus riesgos y según Startup Genome 90% de las iniciativas fallan. Aún así, vale la pena intentarlo y los expertos recomiendan abordar tres temas antes de lanzarse a la iniciativa.

El primero de ellas es la carta fundacional; empezar un negocio con amigos suele ser divertido, hay confianza, amistad, pero el dinero suele sacar pasiones desconocidas y donde hubo amistad puede nacer siempre una discusión. Es por ello por lo que al empezar se debe dejar claro cuáles son los roles que juega cada uno, no todos pueden ser CEO, la claridad en las cláusulas de información es vital para evitar después demandas por competencia desleal o venta de información confidencial. Square INC es una empresa valorada, en más de US$100 millones, recientemente fue demandada por Robert Morley, aduciendo que había sido uno de los fundadores y que fue sacado del negocio, cuando hoy dicha startup vende muchos de sus desarrollos; la empresa tuvo que pagar US$50 millones para zanjar el pleito. La falta de claridad desde el principio propició esta situación.

El segundo es la propiedad intelectual, los derechos patrimoniales que se reclaman sobre determinada creación; el emprendedor debe definir qué hace y en qué se diferencia de los demás. Saber proteger sus ideas según la legislación es fundamental pues en el emprendimiento y más en los startups cualquier idea puede ser reclamada. Cada país tiene una legislación independiente y el emprendedor debe defender su creación en cada país que opere; es dispendioso pero necesario.

El tercero son las obligaciones cuando la compañía crezca. Hablar de la apertura en otros países es necesario, revisar los temas tributarios y legales según el país en donde se empiece y sobre todo pensar a futuro; es fácil olvidar los temas con los cuales se fundó un startup y aquello puede llevar a la quiebra. FAB, una red social enfocada al público Lgbti llegó a tener en un año casi US$1 billón; sin embargo, su crecimiento cambió su enfoque y terminaron haciendo una plataforma de diseño de modas, lo cual los llevó a una venta prematura el año pasado y a perder la cuantiosa valoración que tuvieron en el primer año.

Ser precavido evita problemas, pero sobre todo demandas. El mundo jurídico de las nuevas aplicaciones está en desarrollo y parece que solo el estado de Delaware en EE.UU. ofrece un sistema expedito para la solución de todos estos conflictos. Mientras el resto del mundo evoluciona los emprendedores deben tener más cabeza fría frente al fervor de las nuevas ideas.

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