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Tribuna Universitaria 08/11/2018

Riqueza cultural y economía naranja

Juan Manuel Nieves R.
Estudiante de Comunicación Política
JUAN MANUEL NIEVES

En una conferencia que dicté en Riohacha, un músico señaló que en La Guajira quedaban la “ventana marroncita” y la “luna sanjuanera” de la cual hablan los vallenatos; y que era triste tener desaprovechada en materia de turismo tanta riqueza cultural.

La economía naranja, que aterriza en cifras la producción creativa, acoge entre sus pilares el patrimonio cultural; en el libro de Felipe Buitrago e Iván Duque, señalan que 6,1% del PIB mundial lo causa dicha economía; es bueno aclarar que un poco más de 3% es en materia de turismo; así la riqueza antropológica de un país puede ser aprovechada para la prosperidad de toda una región.

Colombia es conocida por su folclor, su riqueza cultural, su música y su resiliencia para sonreír en medio de tantos problemas. Por ello, es un verdadero desperdicio el no tener coordinado en todo el país una marca que venda el folclor y todo un equipo que trabaje a favor de promocionar en el extranjero a Colombia como un sitio que vale la pena conocer. Distintos gobiernos han intentado hacerlo, pero de manera descoordinada; el actual presidente, quien se dice un promotor de la economía naranja, las artes liberales, canta con Carlos Vives y recibe a Maluma, debe potenciar la principal bandera con la que cuenta el país: su patrimonio cultural.

México había venido desde hace años trabajando su identidad, pero no es sino hasta 2006 cuando crea el logo que la identifica. Previamente había encontrado los sitios que requerían mayor planificación y desde ahí se comienza a construir una marca país, en el reconocer qué se tiene y qué hace falta para explotar económicamente un lugar: por ejemplo, si se cuenta con diferentes hoteles, gastronomía, vías de acceso etc. Después se hará un trabajo de sensibilización con la población, ya que la gente debe estar abierta al turismo y debe reconocer las oportunidades de negocio que esto trae; así se crea un producto para, por último, adaptarlo al target al cual se pretende llegar. Hoy, la marca de México la identifican unos colores, cada letra tiene un significado y toda la publicidad del país está coordinada; así tuvo más de US$20.000 millones de ingresos en 2017 y se convirtió en el tercer rubro en la economía.

No creo que México sea más que Colombia en materia cultural; solo ha tenido un trabajo organizado que le ha permitido ser de los primeros en el continente americano, y ahora está llevando todo su turismo al sostenimiento ambiental.

Si de verdad se pretende potenciar la economía naranja, la mejor oportunidad es la marca país, donde se encuentran el folclor con las artes y el patrimonio cultural; solo así la “luna sanjuanera” dejará de ser una canción y se convertirá en un lugar para visitar y ahí sí cantar: “Son de mi pueblo costumbres del ayer, que yo sé bien conmigo aprenderás; te prometí tu tierra visitar y yo también te llevaré a San Juan”.

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