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Para todos los que están pensando que el año ya terminó, que el riesgo de la ley de financiamiento se superó y están tranquilos porqué diciembre ya llegó, les tengo una mala noticia; la culebra sigue viva. El Presidente de la República ya nos lo anunció, se viene una emergencia económica y con esto nos va a llegar de regalo de Navidad a los colombianos una nueva tributaria por Decreto.
Se los explico. La pésima ley de financiamiento radicada por el Gobierno que acaba con la inversión y encarece el costo de vida de los ciudadanos, hoy agoniza. Las comisiones económicas del Senado han sido tajantes en rechazar esta reforma al punto de haber votado su archivo. Desafortunadamente, la Cámara de Representantes que se ha entregado al Gobierno y actúa como su bancada, no ha permitido que el archivo de la ley se materialice. En efecto, en las dos últimas semanas han hecho uso de la famosa jugadita que consiste en levantar el quórum y retirarse del recinto para impedir que se consume el hundimiento de la tan cuestionada ley.
Lo anterior no es cuestión de orgullo, ni tampoco una estrategia para intentar invertir las fuerzas en el Congreso y lograr su aprobación. Esto tiene un solo objetivo, dilatar la decisión, no permitir que sea archivada y esperar a que la legislatura se termine. Una vez esto ocurra, el Gobierno, sin ruborizarse, alegará que el Congreso se negó a discutir los impuestos que eran absolutamente necesarios para financiar el presupuesto del próximo año y que la crisis fiscal que se avecina será producto de esa inacción. Ya lo anunció el presidente en un trino en el que dijo:” Mal la comisión tercera del senado que no entiende que es la hora de equilibrar las finanzas públicas y nos lleva a la emergencia”.
En ese instante el Gobierno dirá que el Congreso se negó a tramitar la reforma a la salud y que la vida de los colombianos está en riesgo por culpa de esa inacción. Recordemos que la Comisión Séptima de Senado anunció que no la debatiría sin contar con la claridad sobre los recursos del presupuesto, pues sería una absoluta irresponsabilidad. Debemos tener presente que el Carf calculó que el esfuerzo fiscal adicional que implica la reforma equivale a 0.5% del PIB por año, acumulando en el periodo de 2026 a 2036 un déficit de 126 billones constantes de 2025.
Una vez se termine la legislatura, encontrándose la rama en vacancia judicial, el Gobierno argumentará que el país se encuentra ante una emergencia económica y social con efectos desbastadores para la sociedad y la sostenibilidad de las finanzas públicas. Argumentará que el ordenamiento jurídico carece de los instrumentos para conjurar tal crisis y que no cuenta con los recursos necesarios para su atención. Fundamentado en esa falacia, decretará un Estado de Excepción y, amparado en esa decisión, expedirá por Decreto la reforma tributaria que el Senado y algunos representantes con toda contundencia se han opuesto y que sin la jugadita del Gobierno ya estaría archivada.
Resulta entonces imperativo que el Congreso no caiga en la trampa que le está tendiendo el Gobierno y, que en los próximos días, archive la ley de financiamiento y le cierre la puerta al Gobierno para que no se siga burlando de la ley, de las instituciones y de la democracia.
Es inaceptable que una crisis inducida por la irresponsabilidad del Gobierno en el manejo de las finanzas, el exceso de gasto, el aumento de la deuda y el déficit fiscal, por el descalabro de la salud surgido por su inoperancia, desconocimiento de las ordenes proferidas por la Corte Constitucional y por su obstinación por acabar con el sistema, se constituyan en el fundamento para la declaratoria de otro Estado de Excepción.
No existirá hecho sobreviniente, la crisis será el resultado de las políticas del Gobierno, pero aun así, apostando a tener las mayorías en la Corte, la decretará. Será responsabilidad de la Cámara permitirle a Gustavo Petro gobernar por Decreto y saltarse al Congreso en época electoral.
Representantes el país los juzgará y castigará por sus actos.
Él ha demostrado que es un presidente transaccional y está dispuesto a negociar, pero Petro tiene poco que ofrecerle. En cambio, para nuestro Pichón de Dictador sería el papayazo perfecto
“El hecho central del marketing de servicios es este, frustrante: es mucho más fácil fracasar en un servicio que tener éxito.” Harry Beckwith en ‘Venda lo Invisible’
La ciudad está lista para asumir más responsabilidades, siempre que vengan acompañadas de recursos que bogotanos aportan año tras año. Aquí no pedimos favores: exigimos justicia fiscal para una ciudad que sostiene buena parte del país