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Analistas 08/04/2025

El documento con la estrategia de los aranceles

Hernán David Pérez
Asesor en transformación digital y productividad
La República Más

El reciente anuncio del presidente Trump sobre el ajuste a los aranceles en EE.UU. es parte de un plan que busca recuperar la competitividad del país en el sector manufacturero, corrigiendo desbalances comerciales y monetarios. Esta estrategia está claramente explicada en el documento “Guía del usuario para la reestructuración del sistema de comercio global”, escrito en noviembre de 2024 por Stephen Miran, entonces consultor en Hudson Bay Capital y, actualmente, presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca.

El documento parte de tres tesis centrales:

1. Los ajustes arancelarios aplicados desde una posición de mercado dominante tienden a tener efectos inflacionarios mínimos. Como referencia, se cita el caso de EE.UU. en el periodo 2018-2019, cuando tres cuartas partes del ajuste arancelario se compensaron con la depreciación del yuan chino.

2. La falta de competitividad de la industria estadounidense se origina en la sobrevaloración del dólar, provocada por la alta demanda de este como activo de reserva global.

3. Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, EE.UU. ha asumido el peso del gasto en defensa de las democracias occidentales.

Ante esto, el documento propone tres acciones clave orientadas a recuperar la competitividad manufacturera y, en paralelo, ayudar a reducir el déficit fiscal, sin sacrificar el rol del dólar como moneda dominante en el comercio internacional:

1. Aranceles: el acceso al mercado estadounidense se gestionará mediante aranceles diferenciales. A mayor cercanía política, económica y en materia de seguridad, mayor cercanía al arancel base de 10%, en lo que yo denomino friendshoring. En el caso de China, el arancel mínimo será de 60%.

2. Reducción de tasas de bonos: el alto costo de la deuda estadounidense es un componente relevante del déficit fiscal. Dado que la Fed no da señales de acelerar la baja de tasas, el autor sugiere una acción unilateral: crear una retención sobre los intereses de los bonos del Tesoro. Esta medida, pensada para desincentivar la acumulación de dólares como activo de reserva, comenzaría con una tasa de 1% anual, que podría subir hasta 2%. Al igual que los aranceles, se segmentaría según la afinidad con el país tenedor.

3. Defensa: para beneficiarse del paraguas de defensa de EE.UU., será necesario contribuir activamente a los esfuerzos económicos que esto implica, incluso pagando por esta protección, y es previsible que habrá presión arancelaria para el involucramiento de fabricantes estadounidenses en el gasto de defensa de los países aliados.

El documento deja varios mensajes claros: existe una urgencia por reducir el déficit fiscal; el reshoring es mandatorio para las cadenas de suministro estratégicas (defensa, acero, aluminio, salud, energía, entre otras); en el friendshoring, además de los productos energéticos, minerales y agropecuarios, habrá espacio para manufacturas de bajo y mediano valor agregado. Finalmente, para ser parte del friendshoring, serán clave varios factores: ausencia de retaliación arancelaria, alineamiento político, participación de la industria estadounidense en el gasto de defensa del país, y respaldo al esquema de seguridad de EE.UU., que en nuestro caso se traduce en lucha contra el narcotráfico y la migración ilegal.

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