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En noviembre de 2007, en el Encuentro de Dirigentes del Suroeste de Antioquia celebrado en el municipio de Santa Bárbara, con enorme visión de futuro Gabriel Silva lanzó la propuesta de adelantar un programa nacional de renovación de cafetales, para llevar a Colombia a producir 14 millones de sacos en 2014 y 17 millones en 2017, y recuperar el espacio en el mercado mundial de 12%, cuando ya el consumo alcanzaba los 140 millones de sacos.
Así mismo, que 300.000 hectáreas de cafetales envejecidos, en manos de más de 250.000 pequeños propietarios, se convirtieran en la base sobre la cual se soportaría ese crecimiento, generando una revolución en el ingreso de los cultivadores, multiplicando por 5 la productividad. Por esta razón lo denominó ‘Permanencia, Sostenibilidad y Futuro’, PSF.
El PSF contó con el respaldo absoluto del Gobierno y con la oposición de los grandes productores, liderados por el delegado de Caldas, que sostenían que “era imposible vender el café producido, que esa oferta bajaría el precio y que solo beneficiaba a los pequeños productores”.
Sin embargo, con el liderazgo de Silva y la ayuda de Édgar Echeverri diseñamos e implementamos el programa nacional más grande y ambicioso en la historia de la caficultura y de la agricultura. Resumo estos logros así: 1) Conseguimos con Finagro que para el trámite del Incentivo a la Capitalización Rural - ICR para pequeños caficultores (40%) únicamente se exigiera la certificación de la siembra. 2) Negociamos con el Banco Agrario una tasa del DTF+4 a siete años, con tres años de gracia a capital. 3) Logramos la garantía FAG para el 80% del crédito y 20% con garantía de Fogacafé. 4) Se acordó que los intereses de los créditos los cancelaba el Fondo Nacional del Café, teniendo en cuenta que una mayor producción podría generar una mayor contribución cafetera. 5) Comprometimos al Servicio de Extensión para motivar al agricultor, ayudarle a llenar los formularios y tramitar el crédito sin moverse de su finca. 6) Acordamos llevar el crédito a una Fiducia para ser desembolsado en 20 cuotas durante los mismos meses y así garantizar los flujos al caficultor para su manutención, teniendo en cuenta que el gasto principal era su propia mano de obra y solo de esta manera renovaría el cafetal viejo. 7) Decidimos que los desembolsos solo se harían a través de la Cédula Cafetera Inteligente, la primera con chip y banda en Colombia, y que sin necesidad de sucursales bancarias nos permitía llegar a todos los municipios cafeteros. 8) Esta tarjeta transaccional de cuyo diseño e implementación fui responsable, es hoy un modelo mundial para el campo sin el cual la entrega de más de cuatro millones de desembolsos del PIC hubiera sido casi imposible. 9) Logramos motivar al Banco de Bogotá y al Banco Davivienda, quienes al evaluar la estructuración del Programa PSF consideraron que valía la pena vincularse a este tipo de crédito para pequeños productores y lo hicieron con agilidad y mucho éxito; pero posteriormente la nueva administración tomó la decisión de cancelar la garantía de Fogacafé y el pago de los intereses, llevándolos a retirarse del programa.
Como lo afirma la misma Institución, “Resultado de los programas de renovación de cafetales emprendida por la Federación, la producción de café de Colombia recuperó los niveles históricos de cosecha”. De verdad, un programa revolucionario que ha beneficiado a 204.000 productores, con un billón de pesos en créditos y más de $400.000 de subsidio y que permitió la transformación de 174.305 hectáreas con capacidad para producir más de cuatro millones de sacos.
Pensar con visión en el futuro de los caficultores se ve compensado ahora, cuando la producción llega y se recogen los dulces frutos del éxito, con el aumento de 30% en la producción. Si no hubiésemos montado este programa la producción no superaría los 8 millones de sacos.
Estoy seguro que los votos cafeteros por Santos fueron gratitud de los productores, a pesar de que el Gerente del gremio considere como una genuflexión criticable defender su obra de Gobierno.
