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Analistas 21/08/2020

Aprender jugando a los mercados de carbono

Elaborado por Angélica Méndez y Óscar Rodríguez

Participar en un mercado de carbono o en sistema de comercio de emisiones (SCE), como también se le conoce, parecería una experiencia compleja. Sin embargo, en muchos países, cientos de empresas, compran y venden rutinariamente derechos de emisión de gases de efecto invernadero (GEI). Una vez se comprenden los conceptos y reglas básicas del sistema, el resto es muy parecido a un juego en el cual se busca cuidar al planeta y enfrentar el cambio climático.

Pero ¿Qué es un SCE? ¿Qué son los derechos de emisión? y ¿Por qué comerciar esos derechos ayuda a reducir las emisiones?

Colombia tiene la meta de reducir entre 67 y 99 millones de toneladas de CO2 para 2030 y es importante saber cómo se podría cumplir distribuyendo los costos de una manera justa. Sin duda se requiere un esfuerzo de quienes emiten CO2 u otros gases equivalentes, mediante medidas de mitigación como la transformación de procesos productivos, cambios de insumos e inversiones en nuevos equipos. Pero, como hay unas medidas más costosas que otras, se deben adelantar las que garanticen el logro de la meta al menor costo posible. A ese costo, se le llama precio del carbono y a la forma de determinarlo, carbon pricing. Conocer el precio del carbono permite decidir cuándo una medida de mitigación se justifica y cuándo es ineficiente.

En general, existen dos formas de carbon pricing: (i) un impuesto al carbono, para estimular las medidas de mitigación que cuesten menos que el impuesto y (ii) un SCE (o mecanismo de cap and trade) que fije un tope de emisiones y se vendan derechos de emisión hasta ese tope; así las empresas revelan cuánto es lo máximo que están dispuestas a pagar y el mercado determina el precio del carbono que es compatible con la meta del país. También pueden utilizarse los dos instrumentos de manera complementaria si se garantiza que no haya un doble pago por el mismo concepto.

Colombia cuenta con un impuesto al carbono sobre los principales combustibles fósiles que incluye la posibilidad de no ser causado si se financian proyectos voluntarios de remoción o reducción de emisiones de carbono. Esto ha permitido aprendizajes en el desarrollo del mercado de reducciones voluntarias; ha creado demanda de las empresas por certificados de reducción de emisiones (compensaciones); y ha financiado la capacidad de quienes realizan actividades de protección del bosque.

Además del impuesto al carbono, Colombia se prepara para la puesta en marcha de su SCE, el cual se estableció en la Ley de Cambio Climático de 2018 como Programa Nacional de Cupos Transables de Emisión. Así, el Gobierno definiría el máximo de toneladas de CO2eq que el país deberá emitir en los sectores cubiertos por el programa, las cuales estarían representadas por un número igual de cupos o derechos transables de emisión. Estos se subastarían, y también se podrían comerciar entre particulares. De esta manera el mercado definiría el precio del carbono en Colombia.

Aprender a negociar este tipo de derechos y saber cómo operar bajo este nuevo esquema de mercado, es un reto para el sector público y privado. El Gobierno Nacional, con el apoyo del Banco Mundial, ha venido coordinando los estudios para el diseño de este sistema, en los cuales consultores e investigadores nacionales e internacionales hemos tenido la oportunidad de participar. Se ha identificado que antes de poner en marcha el SCE se deben mejorar las capacidades de los actores potencialmente involucrados, tanto para entender el SCE como para actuar en él de una manera óptima. En particular, para la reglamentación de la Ley de Cambio Climático, los actores involucrados necesitan mejorar sus conocimientos sobre el SCE y las transacciones de mercado, de cara a las discusiones sobre la futura operación del sistema.

Una herramienta efectiva para esto son los juegos interactivos de simulación. Son mercados ficticios que permiten de manera intuitiva desenvolverse en un ambiente transaccional y crear estrategias para gestionar un portafolio de carbono de una empresa virtual, con unos recursos iniciales y con la posibilidad de generar ganancias o pérdidas en la moneda del juego. A nivel operativo, las simulaciones permiten conocer las alternativas para cumplir las obligaciones, manejar un capital para invertir en opciones de mitigación (p.e. energías más limpias), negociar derechos de emisión tanto en las subastas como en un mercado secundario o incluso adquirir compensaciones si así se establece. También presentan indicadores de mercado que se van descubriendo a medida que avanza el juego.

Este año se desarrollará en Colombia un interesante ejercicio de capacitación mediante esta herramienta. Cualquiera que se interese por conocer más a fondo sobre el funcionamiento de un mercado de comercio de emisiones, puede postularse para participar gratuitamente (https://bit.ly/2PNGKWG), los cupos son limitados y los seleccionados asistirán a un webinar el 3 de septiembre para iniciar su entrenamiento. Esta actividad, coordinada por los Ministerios de Ambiente y Hacienda y por el Departamento Nacional de Planeación, es financiada por el programa Partnership for Market Readiness (PMR) del Banco Mundial y organizada por Environmental Defense Fund (EDF), Iniciativa Climática de México (ICM) y Econometría Consultores. Se usará la Herramienta CarbonSim®, desarrollada por EDF y que ha sumado más de 2500 participantes de al menos 25 nacionalidades, en ejercicios realizados en muy diversos sitios, incluyendo Chile, USA y varias ciudades en China y México.

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