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Analistas 15/08/2017

Fascismo venezolano

Carlos Ronderos
Consultor en Comercio y Negocios Internacionales
La República Más

Parece que los dos mayores insultos que Maduro puede proferir cuando denuncian su estrategia dictatorial son las de fascista e hijo del imperialismo. La primera se refiere a una forma de organización social y política que perfecciono Benito Mussolini durante su gobierno dictatorial que giraba alrededor de la organización “Corporativista” del estado mientras que el segundo concepto fue desarrollado por Lenin en su trabajo “El imperialismo fase superior del capitalismo” en el cual el argumento central está en la dependencia económica creciente de los países a los interesas de multinacionales y estados de origen de esas multinacionales.

Según diversas definiciones sacadas al azar de internet, “el corporativismo es una doctrina que defiende un sistema económico basado en la unificación, mediante corporaciones dentro del Estado, de todas las organizaciones sindicales, empresariales, laborales, profesionales, etc. Es una forma peculiar y fascista de Tercera Vía que se aplicó como forma de organización socioeconómica por parte de regímenes nacionalistas, y que hizo énfasis en el sindicato y la economía planificada”. En efecto el fascismo justificó la representación “democrática” de su hegemonía mediante la conformación de “corporaciones” de origen sindical o comunal que “verdaderamente representaban al pueblo” y sobre estas organizaciones y de la mano de una represión política y de bandas paramilitares armadas que amedrentaban las fuerzas liberales, erigieron su dictadura.

Nada diferente de lo que está sucediendo en Venezuela. Diferentes anuncios de prensa registran que “el presidente Maduro dijo que la Constituyente sería comunal, “chavista”, y que la mitad de sus miembros, unos 250, serán elegidos por la base de la clase obrera. Los demás, señaló, se escogerán en un sistema territorial y con carácter municipal.” Otro reporte afirma que “en el decreto aparece estipulado que la ANC (Asamblea Nacional Constituyente) estará compuesta por personas que pertenezcan a los ámbitos “sectoriales y territoriales”. Maduro aseguró que la naturaleza “comunal” de esta ANC estaría adoptada por organizaciones de base, entre las que se cuentan comunas, consejos de trabajadores, jóvenes, indígenas y obreros.” Lo que esta montando el régimen Maduro no es otra cosa que un modelo clásico de fascismo corporativista totalitarios al estilo de Mussolini, disfrazado de revolución socialista. No deja de ser una ironía que su práctica política sea aquella que considera el más abominable de los comportamientos. Un estado fascista dirigido por un mandatario a quien ocasiones le he oído citar a Antonio Gramsci, una de las víctimas del fascismo italiano que emula.

Por otro lado la precaria economía venezolana curiosamente es totalmente dependiente de las importaciones de la madre de todos los imperialismos: ¡Estado Unidos! No existen cifras de comercio expedidas por Venezuela, pero aquellas de EE.UU. muestran que si bien han caído las importaciones desde Venezuela ello se debe al precio y no al volumen que en 2016 seguía siendo el mismo de 2014. ¿Y quien extrae ese petróleo? Cada vez menos empresas americanas y cada vez mas empresas chinas que garantizan que haya suficiente petróleo, no para el crecimiento de Venezuela, sino para garantizar la enorme deuda que ese país ha contraído con ellos. Más tipificación del imperialismo que el de las dos principales potencias económicas del mundo sobre una nación del tercer mundo… imposible.

Venezuela fascista y lacaya del imperialismo. ¡Quién lo creyera!

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