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Analistas 13/12/2022

Desarrollo del campo

En ANIF hemos publicado, a lo largo de los últimos meses, una serie de informes que contienen diagnósticos, análisis, propuestas y metas potenciales en los sectores más importantes para Colombia en el corto y mediano plazo. En este Comentario Económico Anif profundizamos en un tema clave: el desarrollo del campo,

Inclusión social y productiva para un campo desarrollado

Los problemas del campo colombiano son bien conocidos: el campo carece de acceso a servicios y bienes públicos y a activos productivos, además la distribución de las tierras es altamente concentrada e ineficiente.

El problema fundamental de la agricultura familiar radica en el bajo acceso a activos productivos. Según la Encuesta de Calidad de Vida (ECV), el 63% de las familias no cuentan con activo alguno; el 36% cuenta con el principal activo productivo: la tierra. Las carencias de los hogares rurales, en términos de las dimensiones del Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), son más altas para trabajo informal, bajo logro educativo, falta de acceso a fuentes de agua mejorada, inasistencia escolar y trabajo infantil. Ver Gráfico 1 y 2.

Por otro lado, existe una alta informalidad en la tenencia de tierras. Según el Censo Nacional Agropecuario, el 50% de las Unidades de Planeación Agrícola (UPA) cuentan con un título formal de propiedad. Lo anterior limita el acceso al crédito y la asistencia técnica (menos del 10%).

La tierra en Colombia está altamente concentrada (Gini entre 0.8 y 0.9). Existe una significativa coincidencia entre las zonas más pobladas y desarrolladas con las tierras menos productivas. Por el contrario, las zonas rurales dispersas, con bajas oportunidades de generación de ingresos estables, cuentan con los suelos en mejores condiciones.

Existe un porcentaje importante de tierras con vocación agrícola que se usan para ganadería extensiva. Según el Censo, de los 22 millones de hectáreas aptas para la producción agrícola, entre 5 y 7 millones cumplen tal fin. En cambio, se estima que solo 15 millones de hectáreas son aptas para la ganadería, pero alrededor de 34 millones se destinan a pastos y herbazales.

Propuesta: un campo colombiano con inclusión social y productiva

1. Implementar políticas y programas de ampliación al acceso a activos y servicios productivos. Esto incluye:

• Conformar Consejos Municipales Agropecuarios para identificar y analizar las diferentes realidades productivas y formular programas de inclusión productiva y social de las familias agricultoras.

• Fomentar la asociatividad y la formación de cooperativas entre agricultores para generar economías de escala, sinergias y externalidades positivas (reducir y abaratar trámites de asociatividad).

• Implementación de programas de acceso a activos y servicios productivos como tierras, tecnología, buenas prácticas productivas y empresariales y servicios financieros.

• Mejorar el acceso a mercados domésticos e internacionales (mayor infraestructura vial, de comunicaciones y con la reducción de barreras arancelarias y no arancelarias).

2. Mejorar la calidad de vida de las familias agricultoras:

• Implementar un registro de las familias agricultoras (i.e. un Sisbén rural) de fácil diligenciamiento.

• Utilizar ese instrumento para identificar las necesidades insatisfechas y las condiciones de vida de cada familia agricultora.

• Implementar programas de provisión de bienes y servicios públicos encaminado a mejorar la calidad de vida de las familias del campo colombiano.

• Diseñar programas de transferencias, subsidios y acompañamiento específicos para las familias que desempeñen actividades agrícolas. (Incluir a estas familias dentro de las priorizadas por los subsidios por hogar de la reforma fiscal).

3. Mejorar la distribución y aprovechamiento de tierras:

• Fortalecer el fondo de tierras de la Agencia Nacional de Tierras para el otorgamiento de predios a las familias que lo requieran, además de diseñar subsidios y líneas de crédito para la compra de estos para la producción agro.

• Limitar y cerrar el crecimiento de la frontera agropecuaria.

Metas: cerrar la brecha social y productiva del campo con el resto del país

Con las propuestas se crean mejores condiciones de vida y trabajo en el campo. Se incrementa la actividad agrícola y pecuaria en función de la vocación de la tierra. Se identifica a la población en condición de pobreza en el campo y se amplía su acceso a bienes y servicios públicos vitales. En ese sentido las metas se podrían resumir en:

• Duplicar el número de líneas de crédito para el apoyo agropecuario.

• Cerrar las brechas de pobreza entre las cabeceras y la ruralidad.

• Identificar el 100% de las familias que se dedican a actividades agrícolas.

• Garantizar transferencia de $256.000 al mes por hogar que desempeñe actividades agrícolas en condición de pobreza.

• Dar acceso a tierras improductivas a familias que puedan trabajarlas y así mejorar la distribución de la tierra en el país.

Conclusiones

Avanzar en el desarrollo del campo, en términos económicos y sociales, es clave para el país y es la base para cerrar también las grandes brechas de desigualdad y pobreza que vemos hoy. Tal como hemos analizado en este documento, muchas áreas rurales carecen de acceso a servicios y bienes públicos y también activos productivos. Por otro lado, la distribución de las tierras ha sido ineficiente y está altamente concentrada. En ese sentido, es imprescindible cerrar las brechas de calidad de vida entre el campo y las ciudades. Sumado a eso, hay que fortalecer el fondo de tierras de la Agencia Nacional de Tierras dar predios a las familias que lo requieran, además de diseñar subsidios y líneas de crédito para la producción agrícola.

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