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Llorar en la oficina, un comportamiento que puede perjudicar su perfil

lunes, 14 de mayo de 2012
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Ripe

Muchos enfrentamos situaciones estresantes en el trabajo y no son pocas las veces en que las emociones están en riesgo de salirse de nuestro control. La frustración, el miedo o la impotencia a veces pueden expresarse en llanto, especialmente si llegan a culparnos de algo sobre lo que no somos responsables. ¿Qué sucede cuando perdemos la compostura de esta forma? ¿Es una opción saludable guardar esas emociones?

The Wall Street Journal reunió una serie de consejos para lidiar con estas situaciones. La primera consecuencia del llanto en la oficina es que se crea un estigma alrededor de las respuestas emocionales del empleado. Convertirse en 'el sensible' de la oficina es una imagen que se evita adquirir. Esto provoca que los empleados tiendan a guardarse sentimientos y emociones para ellos mismos.

Sin embargo, las dañinas consecuencias de la 'supresión emocional', como lo han llamado algunos especialistas, han demostrado obstaculizar la concentración, promover la infelicidad en el trabajo e influir negativamente en el desempeño laboral.

¿La solución? Los especialistas recomiendan a los trabajadores estar atentos e identificar cuáles son sus catalizadores emocionales, de manera que puedan ser predecibles y controlados para obtener resultados más productivos.

Sigal Barsade, catedrática de gestión en Warthon School de la Universidad de Pensilvania, ha investigado la influencia de las emociones en las organizaciones y dio consejos básicos para no caer ante la tentación del descontrol.

Primero, los trabajadores deben tomar en cuenta su lugar en la jerarquía de la organización y controlarse de acuerdo a ello.

No ventile problemas en el trabajo. Discúlpese si es necesario y váyase para la casa. Lo más importante es encontrar apoyo en su red personal de amigos, un terapeuta o incluso un orientador profesional que ofrezca consejos objetivos. Un buen método para calmarse y entender qué provocó el disgusto de quien le regañó es sentarse a escribir lo sucedido. Esto ayudará a aclarar el problema y encontrar formas de avanzar hacia una solución.

Una vez haya logrado calmarse, trate de dialogar con la persona que generó el disgusto y explíquele lo que piensa para así procurar que la situación no se repita.

No obstante, si se encuentra luchando con sus emociones constantemente, debe evaluar si ese es su lugar ideal para trabajar o no.

La cultura emocional del empleador cuenta
Si constantemente se ve a sí mismos luchando con emociones en el lugar de trabajo vale la pena que evalúe si ese es el lugar ideal para laborar o no y si el clima de la organización se ajusta a su forma de ser. La experta en cultura organizacional, Sigal Barsade explica que todo depende de la cultura emocional que maneje cada empresa. 'En Southwest Airlines se vive una cultura de amor, donde se espera que expreses emociones positivas todo el tiempo, pero American Airlines tiene una cultura emocional más restringida. Estar en el lugar equivocado le pasa factura al estado emocional', indicó.

La opinión

Sigal Barsade
Catedrática de gestión en Warthon School

'Los trabajadores deben tomar en cuenta su posición en la jerarquía de la organización y controlar sus emociones de acuerdo a ello para no caer en la tentación del descontrol'.

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