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Si no hay grandes avances, harían falta 81 años para alcanzar la paridad en la participación femenina y 75 años para lograr igualdad en remuneración
Las brechas de liderazgo en Colombia siguen siendo pronunciadas, al menos desde la percepción del grueso laboral. Según una encuesta de la firma Hays, alrededor de 57,1% de mujeres cree que aún existen barreras para su crecimiento profesional. Sin embargo, solo 40,5% de los hombres encuestados está de acuerdo con dicha postura.
Además, hay que tener en cuenta que la mujer tiene menos confianza en la economía con base en los índices de confianza, a pesar de que ahora “se educa más, tiene más ingresos y controla el gasto de los hogares”, destacó la vicepresidente de los programas de diversidad e inclusión de Nielsen, Myriam Vidalón.
Precisamente, esas barreras que se perciben frente al crecimiento laboral femenino también suelen ser trabas para la economía misma. De acuerdo con estudios del Corporate Women Directors International (Cwdi), si las mujeres pudieran participar en la economía en igualdad de condiciones que los hombres habría un posible aumento de 26% del PIB global para 2025.
Asimismo, datos de ONU Mujeres detallan que las compañías que tienen más mujeres en las juntas directivas tienen una ganancia sobre las ventas hasta 16% superior, que aquellas empresas que tienen menos mujeres en estos órganos corporativos. Además, dichas firmas contarían con 26% más en retornos sobre el capital invertido.
No obstante, el cambio que se ha evidenciado en algunas compañías se lleva a cabo lentamente en el sector laboral en general, reflejando avances que se perciben insuficientes y desiguales, según destacó la organización.
De hecho, se detalla que si no se toman acciones para acelerar el paso de este cambio, al ritmo del progreso actual “se necesitarán 81 años en alcanzar la paridad en la participación de las mujeres en el mercado laboral, 75 años para alcanzar igual remuneración por el mismo trabajo realizado y más de 30 años para lograr equilibrio en los puestos de toma de decisión, según análisis y estudios realizados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Este panorama cobra sentido si se tiene en cuenta que el liderazgo empresarial femenino se conecta con mejores estándares ambientales, sociales y de gobernanza en las empresas, según recogen los últimos informes de la Corporación Financiera Internacional (IFC) por sus siglas en inglés (ver gráfico).
¿Qué hace el país?
Uno de los factores que resaltan en el país es el liderazgo de las empresas colombianas en cuanto a la implementación de buenas prácticas de gobierno en la región.
Según informes del Colegio de Estudios Superiores de Administración (Cesa), los niveles de revelación de información, así como el trabajo de la mano de la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) y la Superintendencia Financiera (Superfinanciera) han generado dinámicas que diferencian a las empresas del país frente a otros mercados regionales.
“Hacemos un llamado a las empresarias y empresarios, aliadas y aliados. El cambio está ocurriendo, pero es necesario que sea más rápido y sostenible. Es clave entender que el momento es ahora”.
“Es importante empoderar a la mujer y que encuentre equidad en la sociedad, pues sus índices de confianza en la economía son más bajos en comparación con los de los hombres”.
Prueba de ello son los pequeños actos que se llevan a cabo en las mismas compañías. El pasado 16 de mayo tuvo lugar la iniciativa “Ring the Bell for Gender Equality” en la BVC, donde compañías como ONU Mujeres, Cesa, Deloitte, Usaid y el Banco Mundial, entre otras, hicieron sonar la campana de las instalaciones de la BVC y el Centro de Excelencia de Deloitte.
A través de un acto simbólico de apertura del mercado y la conformación de una mesa redonda, se convocaron actores claves que se comprometieron a delinear una serie de estrategias para promover mayor diversidad y liderazgo de las mujeres en las juntas directivas.
Al respecto, la representante adjunta de ONU Mujeres en Colombia, Patricia Fernández Pacheco, señaló que “confían en que acciones simbólicas como la que se presentó en la Bolsa de Valores desencadenen compromisos concretos”.
El Plan de Desarrollo también incluye apuestas para la inclusión
El Plan Nacional de Desarrollo elaborado por el Gobierno para los próximos cuatro años hace explícito un pacto por la igualdad de la mujer en el contexto laboral, orientado a fortalecer la institucionalidad del género en el país. Además de eso, también le apunta al empoderamiento educativo, económico y político de las mujeres con el propósito de permitirles participar en escenarios de poder y toma de decisiones. De la misma manera, siguen iniciativas privadas desde agencias multilaterales y gremios.
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