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Ausentimo laboral
Las mujeres y las personas mayores de 39 años con bajo nivel de actividad física son quienes más tienden a faltar por razones relacionadas a la salud
Los trabajadores con obesidad tienen hasta 4,9 veces más ausentismo que quienes tienen un IMC dentro de rangos normales, esa es una de las conclusiones del estudio “Perfil de ausentismo de trabajadores de una empresa colombiana del sector retail” que realizó la Universidad CES con Novo Nordisk.
Para esta investigación se evaluó la composición corporal en 23.000 personas y se encontró que nueve de cada 10 adultos en edad laboral viven con obesidad o sobrepeso, seis de cada 10 trabajadores tienen riesgo nutricional alto o muy alto y el costo laboral de un trabajador obeso puede ser hasta 6,3 veces mayor que el de uno con peso saludable.
El estudio encontró dos perfiles, el primero fueron mujeres que presentaron ausentismos mayores de 39 años, que tienen un IMC en sobrepeso, que de acuerdo a la clasificación nutricional están en riesgo alto y muy alto, así mismo el porcentaje de grasa fue obesidad, en relación a la actividad física reportaron realizar muy bajo, e indicaron "las mujeres y las personas mayores de 39 años con bajo nivel de actividad física son quienes más tienden a faltar al trabajo por causas asociadas a su salud".
Mientras que el otro perfil estuvo conformado por hombres que no presentaron ausentismo que tienen entre 18 y 28 años, que de acuerdo a la actividad física la realizan medio, moderado, fuerte y muy fuerte, adicional tienen un IMC eutrófico.
"Este estudio permitió analizar la relación del ausentismo laboral con el sobrepeso y la obesidad en una empresa colombiana, comprobando que aumentaban el ausentismo laboral. El principal hallazgo de este estudio es que los empleados con un IMC mayor a sobrepeso se ausentan 4,9 veces más que los empleados con normopeso y delgadez. Resultado que concuerda con trabajos similares donde la conclusión es que la obesidad aumenta el ausentismo laboral, el riesgo cardiovascular y el costo laboral".
También destacaron que en las personas que hacen actividad física muy fuerte (hasta 300 minutos semanales de actividad aeróbica moderada o 150 minutos de actividad aeróbica vigorosa) se disminuye el ausentismo hasta en 51% comparado con los que no hacen actividad física.
El artículo revisa varias mediciones de salud pero el más destacado es que un mayor riesgo cardiovascular puede aumentar el ausentismo laboral. "Estos datos se correlacionan con la información de sobrepeso, obesidad y sedentarismo descritos en este mismo estudio", agregaron en el documento.
Con este escenario, los investigadores le sugirieron a las empresas a modo de conclusión, que la prevención del sobrepeso y la obesidad deben priorizarse en las actividades de medicina preventiva y del trabajo, entregando a los empleados información y herramientas para el autocuidado como una estrategia para disminuir el ausentismo laboral, además deberá hacerse un énfasis mayor en las mujeres donde encontraron un riesgo mayor.
"Exhortamos a las empresas para que creen programas sólidos, financiados y con permanencia en el tiempo para la promoción de estilos de vida saludables en sus trabajadores y familias, fomentando la actividad física, la salud mental y una alimentación saludable", comentaron en las conclusiones.
Destacaron que estos programas empresariales para prevenir el sobrepeso y la obesidad deben asociarse a la jornada laboral, para asegurar la participación de las personas y aprovechar los recursos que la empresa destine. "Las empresas pueden realizar alianzas estratégicas con las entidades del sistema de salud, con otras empresas, con organizaciones públicas y con entidades sin ánimo de lucro, para desarrollar actividades de salud pública en sus instalaciones. El papel de los profesionales de la salud ocupacional es importante abordar el tema de la obesidad y el sobrepeso como una patología que requiere un manejo integral, cambios en los hábitos y acompañamiento".
Finalmente, a las administradoras de riesgos laborales y aseguradoras recomendaron generar estrategias que fomenten estilos de vida saludables en el ámbito laboral.
La bióloga y especialista en comportamiento humano Tamara Pazos destacó que estar más de cuatro horas y media al día en posición sedentaria ya supone una conducta de riesgo para la salud. Por lo que ir al gimnasio a diario pero pasar la mayor parte del día sin moverse tiene impacto negativo a nivel cardiovascular, metabólico y articular.
Y señaló que los entornos laborales son el principal origen de este hábito, "pasar jornadas de ocho horas en una silla es una realidad demasiado extendida. Deberíamos tener espacios de trabajo adecuados a nuestro metabolismo, y no al revés", por lo cual propone tener soluciones como escritorios ajustables, pelotas de pilates o caminadoras en los entornos laborales.