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Desde que llegó al mercado colombiano en 2007, este tipo de semilla le ha dejado a los agricultores de maíz US$77,9 millones y a los compradores de esta tecnología unos US$26,6 millones. Cifras que no son despreciables, pues por ejemplo por cada dólar invertido en semillas transgénicas, se logra un retorno de US$3,9 para el agricultor, según Agro-Bio.
Los beneficios económicos también se reflejan en el cultivo de algodón. De 2003 a 2015 los agricultores han percibido US$84,7 millones y hoy en día según Uldarico Pinto, gerente de semillas de Bayer, 90% de la producción de la fibra se logra a partir de esta tecnología. “De las 10.000 hectáreas que se sembraron en 2016, 9.000 fueron con semillas genéticamente modificadas.”
Y aunque la producción cayó 46,3% en 2016, la multinacional Bayer es la única que ofrece esta semilla en el país. El año pasado vendieron 4.500 bolsas y este año esperan que con un incremento en las ventas, Colombia pueda cultivar 20.000 hectáreas de esta fibra.
Colombia sigue siendo un mercado potencial y un país clave para las multinacionales que producen esta tecnología para maíz, dado que es el único de la región andina que tiene aprobado el uso de semillas genéticamente modificadas.
Syngenta, Monsanto, DuPont Pioneer y Dow AgroSciences suplen la oferta total en el mercado. Jaime Deivis, gerente de ventas para el Área Andina y Centroamérica de DuPont Pioneer, aseguró que sus productos han logrado potenciar la producción de regiones como el Valle del Cauca en 14.000 o 15.000 kilos por hectárea. Cifra clave, ya que tienen 40% del share de maíz blanco y amarillo en híbridos en Colombia y 80.000 bolsas de semillas vendidas en 2016.
Por su parte Monsanto asegura tener e47% del área sembrada en híbridos del país, siendo la líder en el mercado de semillas con biotecnología. Según Osiris Ocando, gerente de Asuntos Públicos y de Gobierno de Monsanto, los esfuerzos están concentrados en el maíz, aunque Colombia no sea el mercado más grande de la región.
Así, la multinacional que será adquirida por Bayer lograría la mayor participación en el mercado de semillas de maíz y de algodón. Por su parte Syngenta, tendría el tercer lugar con 42.000 bolsas vendidas en el país, y con solo 4% o 5% del mercado nacional de maíz amarillo estaría Dow AgroSciences, según Orlando Aguilar, su market developer para los países andinos.
La opinión
María Andrea Uscátegui
Directora ejecutiva de Agro-Bio
“Con esta tecnología, se disminuyen las aplicaciones de insecticidas para controlar las plagas, lo que baja los costos de producción y reduce las pérdidas en las cosechas”.
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