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ANALISTAS

$500 millones en un maletín

sábado, 5 de marzo de 2016
La República Más
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El billete de $50.000 no es realmente un billete líquido: trate de pagarle al taxista con uno. Por otro lado, un tercio de los billetes en circulación son de esa denominación, así que pareciera haber apetito por ellos. Una paradoja. ¿Cuáles son las transacciones que requieren billetes de $50.000, si no son los pagos menores del diario? Una pista: se pueden llevar $250 millones en 50 fajos de $5 millones en un maletín discreto.

La economía informal (de la cual la ilegal es solo una fracción) usa como medio de cambio lo que se suele llamar dinero negro, ‘black money’ en inglés, que es dinero que no se le puede o quiere mostrar al Estado, dinero que no puede depositarse en el banco. Usted “negrea” su dinero por ejemplo cuando compra en un comercio que no paga impuestos, o que vende contrabando. De ahí en adelante, ese dinero enfrenta tres problemas: el comercio informal tiene que desaparecerlo de su contabilidad, guardarlo en algún lugar seguro (que no es la caja fuerte en la casa), y eventualmente consumirlo o invertirlo en algún negocio que tampoco esté en el radar de la Dian.

Las ventajas para el comerciante informal de mantener su dinero en la informalidad son evidentes: no paga impuestos, y si la actividad es ilegal -digamos vender armas- no va a la cárcel. Los costos son menos evidentes. La literatura habla de la baja productividad del capital informal, lo que se refiere a que las inversiones que puede hacer no son muy buenas. Eso es incierto: no hay manera de medir los retornos de las inversiones escondidas. 

Pero también hay costos al guardar y trasladar el dinero. Las noticias de asaltos en que roban $200 millones en efectivo, de una casa o un comercio, son frecuentes. Hay que contratar guardaespaldas, seguridad, hacer todo en secreto. Una jartera.

La denominación de los billetes en circulación afecta así la informalidad en la economía. Los billetes de alta denominación bajan los riesgos de las transacciones informales, al hacer más fácil el almacenamiento y la circulación del dinero negro. Eso explica el apetito por billetes de $50.000 en Colombia, cuya economía informal puede ser 25-30% del PIB. En la práctica, esos billetes disminuyen las fricciones en la economía informal y favorecen su desarrollo. 

Por supuesto, hay que preguntarse por el beneficio del billete de $50.000 para la economía formal. ¿Qué transacciones formales de montos grandes necesitan ser en efectivo, o al menos se quiere que lo sean? Digamos, ¿qué pago de $10 millones tengo que hacer en efectivo? Ninguno a menos que no haya un banco cerca. De hecho, llevamos años buscando que esas transacciones se hagan por vía electrónica.

La pregunta complementaria es ¿qué monto de transacción es conveniente que se pague en efectivo? Los cajeros en Estado Unidos no dejan retirar más de US$200 por día. En algunos países es ilegal hacer pagos en efectivo por encima de un límite prudente, US$5.000. Habría que pensar el tema con cuidado, pero fijo no son $20 millones. 

Está por salir el billete de $100.000. Ahora serán $500 millones por maletín. No parece una buena idea. No para el taxista, no para el pasajero, no para la formalización de la economía, ni tampoco para la Dian.
 

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