“No hay que ser una universidad antigua para ser una buena”

Llevan dos años en el mercado, ¿cómo les ha ido?
La verdad es que nuestro foco principal son los programas de ingeniería. Tengo que reconocer que si bien es una necesidad muy importante del país, a los muchachos les cuesta mucho trabajo tomar la decisión de ingresar a ingeniería.  Sin embargo, insistimos y el día que iniciamos, en agosto de 2014, fueron 54 muchachos que se inscribieron y hoy pasamos ya de 200 estudiantes.

¿Cuántos alumnos tienen exactamente?
El 19 de agosto de 2014, iniciamos con tres programas de ingeniería: industrial, informática y de petróleo y gas. La idea es hacerlos de la mano de los empresarios para poder identificar competencias. De esa fecha hasta hoy, ajustamos 219 estudiantes. Esperamos iniciar el año próximo con unos 250 estudiantes y la meta para 2018 es tener 300.

¿Quiénes participaron en su fundación?
Este proyecto requirió garantizar inicialmente $1.200 millones en el banco, para obtener lo que llaman la licencia de funcionamiento, que obtuvimos en mayo de 2012. En 2014, logramos obtener los primeros registros calificados. Arrancó con $1.200 millones que pusimos entre el presidente Uribe, que puso $104 millones; yo puse $570 millones y el resto lo puso don Jesús Guerrero.

¿Cuál es el promedio del costo de un semestre?
Todavía no tenemos un punto de equilibrio entre ingresos y egresos. Nos toca sufrir para la financiación y por eso estamos buscando ayuda de personas que aprecian el esfuerzo que estamos haciendo. Una carrera de tecnología cuesta cerca de $2,5 millones y una de ingeniería cerca de $4,2 millones. Pero cerca de la mitad de los jóvenes,  tiene algún grado de beca.

¿Con cuántas acreditaciones cuentan?
Tenemos 11 programas aprobados, cuatro de ingeniería y siete tecnológicos. La acreditación solo se obtiene varios años después de haber arrancado, porque se necesita que haya egresados. El país debería ser más delicado con las instituciones nuevas, porque para que los estudiantes nuestros pudieran acceder a créditos del Icetex deberíamos tener los programas acreditados y es absolutamente imposible hacerlo porque son nuevos. Es decir, lo que digo es: no se necesita ser una antigua universidad para ser una buena universidad.

¿Por qué tienen tantas ingenierías?
Sirvió mucha mi experiencia. Trabajé ocho años y tres meses como director general del Sena. Primera debilidad detectada: faltan ingenieros. El gran dolor de este país es la productividad. Somos muy ineficientes y poco productivos.

¿Cuál es el que tiene mayor demanda?
Tengo que confesar que el programa de petróleos copó en un momento dado 50% de nuestros aspirantes, pero con todo el drama de esa industria ha bajado un poco. El programa de ingeniería industrial sigue siendo un programa bandera, pero de los que ya tenemos aprobados, pues tenemos 10 más en trámite, el de ingeniería informática va a ser muy importante.

¿Cuál será la próxima sede?
Tengo muchas ganas de abrir una sede en Medellín, creo que la vamos a abrir en Sabaneta, en el Valle de Aburrá. Tenemos que ir despacio, porque no nos podemos equivocar, porque cualquier equivocación a nosotros nos las cobran al quíntuple.

¿Cuándo la abrirían?
Quiero que en julio del 2017, si el Ministerio le da trámite y reconoce que hicimos la presentación adecuada, y nos da los registros calificados, podremos abrir la sede. Sin duda. Arrancaríamos con una sede cuya oferta principal serían los programas virtuales.

¿Cuál es la influencia del uribismo en la universidad?
Mire, eso sí ha sido mi principal preocupación, decir que aquí solo entran uribistas o que esto es de ideas uribistas. Lo más fascinante es que yo sea parte de un proyecto abierto a las ideas, a la confrontación. Mi fascinación es llevar contradictores. Que le quede claro: no es la universidad de Uribe, no es una universidad uribista, pero tiene un inspirador que yo me siento muy orgulloso de tenerlo ahí que es Álvaro Uribe Vélez, pero le garantizo que este país va a tener en Elite una universidad abierta a la contradicción y las ideas abiertas.

El perfil
Es ingeniero industrial y especialista en finanzas y formulación y evaluación de proyectos de inversión privada de la Universidad de Antioquia. Tiene estudios en gestión tecnológica de la Universidad Pontificia Bolivariana y de la Universidad de Sao Paulo. Hace 20 años fundó la incubadora de empresas Créame en Medellín la cual dirigió por seis años, de ahí pasó a liderar el Sena por ocho años y fue candidato a la Alcaldía de Medellín por cuatro meses. Luego de esa experiencia, se dedicó a fundar la Universidad Elite en compañía del expresidente Álvaro Uribe.

La opinión 

Saúl Pineda
Director del Cepec de la U. del Rosario
“Estas universidades insertan muy bien a sus estudiantes, porque una de sus funciones es formar a la luz del sector empresarial”.