Para lo anterior, adquirió bonos de carbono en el proyecto de protección forestal Redd+ Chocó-Darién, que protege alrededor de 13.000 hectáreas de selva tropical en el noroeste de Colombia. Es una de las regiones con mayor diversidad biológica del planeta.
María Lara, directora de asuntos corporativos de LAN Colombia, comentó que el Grupo Latam tiene como objetivo principal ser una de las tres mejores compañías aéreas en el mundo, y por esa razón ha establecido un modelo de sostenibilidad que abarca tres dimensiones: gobernanza en sostenibilidad, ciudadanía corporativa y cambio climático”.
La ejecutiva agregó que la última ha tenido grandes avances y esfuerzos para atender la necesidad de mitigar las emisiones de CO2 de la industria, con iniciativas robustas, innovadoras, de alto impacto y cobertura.
“La compensación de emisiones de la operación en tierra de LAN Colombia es muestra del camino que como compañía estamos recorriendo para lograr este objetivo”, afirmó Lara.
La medición de la huella de carbono de la operación en tierra de la aerolínea, se realizó bajo los estándares internacionales del Green House Gas Protocol (GHG) y la verificación dentro del marco de la norma ISO 14.064.
El proyecto incluyó las emisiones directas e indirectas de diversas fuentes. Se tomó consumo de combustible en tierra atribuible a fuentes móviles y fuentes fijas como plantas eléctricas. También las emisiones fugitivas de gas refrigerante, utilizado en los sistemas de aire acondicionado; y emisiones indirectas asociadas con el consumo de energía eléctrica en los edificios administrativos, de operaciones y mantenimiento.
Según datos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (Iata), la industria aérea aporta 2% de las emisiones de dióxido de carbono en el mundo. Estas emisiones de CO2 producidas por el sector, incluyen el uso de combustibles en fuentes fijas y móviles, consumo de electricidad, entre otras fuentes de las operaciones en tierra. Es por esta razón que el sector ha definido metas muy puntuales en este ámbito para 2020, con el establecimiento de una operación 100% carbono neutro y para 2050, con la reducción de 50% de las emisiones totales del sector en comparación con las de 2005.
