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EDITORIAL

Hay que avanzar en la aprobación del fracking

viernes, 2 de agosto de 2019

Ecopetrol ha hecho una histórica inversión en Estados Unidos para operar campos petroleros basados en fracking, mientras en Colombia esta novedosa técnica sigue sin ponerse en marcha

Editorial

Es un secreto a voces en la industria petrolera que los oscuros intereses geopolíticos en América Latina de países como Rusia han logrado que la fracturación o estimulación hidráulica -conocida como fracking- sea satanizada en la región dejando de lado o desconociendo deliberadamente que una buena parte del petróleo y el gas que se vende en el mercado mundial se está extrayendo del subsuelo con estas novísimas técnicas; solo en el continente americano se han extraído combustibles de más de 300.000 pozos, a la luz de las cifras de la Agencia Internacional de Energía, que al mismo tiempo califica al fracking como una revolución que está cambiando el panorama energético mundial en el corto plazo. Según la AIE, Estados Unidos ya se puso a la cima de la producción mundial gracias a que la elite de las multinacionales petroleras accedieron a sus ricas reservas para sacar crudo y gas por medio de la estimulación hidráulica. Cabe recordar que hasta hace muy pocos años el motor de la economía mundial era un importador neto de petróleo y que gracias al fracking ya superó al que era el segundo productor mundial, Rusia, y sobrepasó a Arabia Saudí en la carrera por el suministro de crudo al mundo. Las anteriores afirmaciones o conclusiones están expuestas en el informe Petróleo 2019, documento en el cual se explica que la demanda de crudo sigue creciendo de manera sostenida, a una media anual de 1,2 millones de barriles diarios. El año pasado se alcanzó el récord de demanda de 100 millones de barriles al día, situación que explica con amplitud de motivos la decisión de Ecopetrol de invertir en Estados Unidos US$1.500 millones, jugada que no solo es histórica y lo convierte en un protagonista global, sino que le permite entrar a las grandes ligas, todo de la mano de Felipe Bayón, su presidente, quien no solo ha sacado de la crisis a la empresa, sino que pudo llevarla a otro nivel de desarrollo. Ahora, Ecopetrol entra al negocio del fracking por la puerta grande y curiosamente no lo hace en el país, sino en Estados Unidos con todas las garantías y la seguridad jurídica del caso.
Es una gran noticia para el país económico que Ecopetrol continúe diversificando su portafolio de inversiones con la entrada a los Yacimientos No Convencionales en Estados Unidos. Es por eso que la alianza estratégica con Occidental Petroleum Corp, OXY, para extraer crudos en la cuenca Permian, en Texas, es de lejos la noticia del año para la empresa mixta. La adquisición le permitirá alcanzar una producción neta de hasta 95.000 barriles por día a futuro e incorporar reservas probadas por 160 millones de barriles. La OXY tendrá una participación de 51%, mientras que la compañía colombiana tendrá 49%, pero lo más importante es la experiencia que se adquirirá en la fracturación hidráulica o fracking. No sobra recordar que Ecopetrol lidera las pruebas piloto de fracturación hidráulica que se quieren realizar en el territorio nacional. La paradoja del asunto es que mientras Ecopetrol puede hacerse más grande en Estados Unidos con todas las garantías para hacer fracking, aquí, el poder jurídico y las fuerzas ambientalistas siguen torpedeando el desarrollo nacional, con argumentaciones no probadas sobre daños a la naturaleza. Nuevamente Ecopetrol reescribe la historia económica del país.

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