Uber, Airbnb, Meta, Google, TikTok, Spotify, Apple, YouTube, entre otras muchas empresas multinacionales de consumo de última generación, deben pagar los mismos impuestos con los que contribuyen las empresas y emprendimientos reales y locales a los que les quitan un pedazo de sus ingresos.
Pero más aún, otras novísimas como Amazon, Mercado Libre, Temu, AliExpress y otras tantas que no pagan IVA de 19%, también deben hacerlo, un impuesto que deben pagar los comerciantes que venden formalmente y que generan empleos. Para entender el tema es simplemente comparar el típico caso de un taxi que paga un llamado cupo (una suerte de impuesto por hacer uso comercial de las calles) y un automóvil particular que opera bajo la plataforma de Uber, Cabify o Didi, que no pagan dicho privilegio, ni velan por el empleo formal de sus conductores, como sí lo hacen las empresas de taxis más honestas.
El mismo caso se aplica para los hospedajes, pequeños, medianos y grandes hoteles, que sí pagan impuestos y generan empleos, más no su gran competencia de casas y apartamentos particulares, inscritos en Airbnb, que compiten en mejores condiciones y ese dinero no se grava.
Meta, Apple, Google, TikTok, Spotify y YouTube disfrutan de contenidos gratis que comercializan sin un impuesto a la vista. Por lo general, esas multinacionales con sedes en paraísos fiscales, sin trabajadores y con ventas de miles de millones, se difuminan en las fronteras tributarias de países que no se ponen de acuerdo en cómo gravar sus negocios que están llevando a la ruina sectores de la economía enteros, como la información y el entretenimiento.
La idea de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, Ocde, siempre ha sido crear un impuesto más eficiente para las sociedades internacionales, y así organizar la competencia fiscal entre estados, pero la idea ha sido difícil de sacar adelante porque EE.UU., ahora más durante el gobierno de Donald Trump, se ha opuesto, por eso cada país debe dar un paso a la vez gravando las ventas con impuestos locales, y no solo generar unos ingresos inexistentes ahora, sino nivelar el tablero empresarial.
Para nadie es un secreto que la gran crisis de las empresas de medios de comunicación se debe a que dichas multinacionales se quedaron con el grueso de la publicidad local, sin pagar los tributos en los respectivos países. Con la nueva iniciativa tributaria del Gobierno Nacional se ha puesto sobre la mesa gravar con IVA de 19%, como opera para todos los comerciantes, las millonarias ventas de empresas como Mercado Libre, Temu, AliExpress y la tradicional Amazon, de tal manera que la producción local no tenga una competencia por precio, sino por calidad.
En casi todos los países, Google y Meta son las empresas más beneficiarias de los ingresos publicitarios digitales, con más de 80% en la participación; si no se les ponen impuestos a las plataformas de ventas de artículos y productos, a los comerciantes y grandes superficies les pasará lo mismo que los medios de comunicación, entrarán en una aguda crisis que les obligará a aceptar deshacerse de su mercado. Es un asunto de justicia, no de proteccionismo, ni mucho menos de nacionalismos, es que el Gobierno use el mismo rasero impositivo para todas las ventas, y las ventas digitales son la nueva tendencia global.