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El impuesto a las grandes corporaciones de tecnología (Google, Amazon, Facebook y Apple) debe ser una realidad, pues su rol en la llamada cuarta revolución industrial es innegable
El punto no es si habrá una nueva o tercera reforma tributaria durante esta administración nacional, el dilema es cuándo la van a presentar, y para comprobarlo está que el Minhacienda se ha rodeado de un grupo de expertos en el tema de carácter internacional para avanzar en esa idea, pues de nada le han servido las distintas misiones tributarias que han precedido cada reforma en el país.
Puede ser un punto a favor de las empresas colombianas, que son las que cargan con el grueso de los impuestos, y para que este grupo de expertos (Rosenbloom, Saint-Amans, Smetters, Arnold y Owens), le metan el hombro a una realidad global, que es hacer que las corporaciones basadas en internet paguen más impuestos.
No es una idea colombiana, en todo el mundo se ha abierto espacio este nuevo tributo, empujado por los países de la Unión Europea cansados de que las grandes de la tecnología paguen menos que los locales y se lleven el grueso de sus ventas. El nuevo impuesto ya se denomina “Gafa” (Google, Amazon, Facebook y Apple) y tiene como objetivo concientizar los estatutos tributarios de los países de dónde obtienen sus millonarios ingresos y su exponencial éxito económico en los últimos 10 años.
Si pagaran los mismos impuestos que los locales en proporción a sus ventas, seguramente no serían tan exitosos. Francia ya aplica un impuesto de 3% sobre la facturación de los gigantes tecnológicos que tengan ingresos operacionales de US$800 millones. La Ocde, a la que pertenece Colombia, debe tener una posición unificada al final de este año para que los países del “club de las buenas prácticas” encuentren una nueva veta de mayor recaudo de uno de los sectores de mayor crecimiento.
Una tarea que se vienen desarrollando con mucho ímpetu como es la efectividad sobre la tributación de la economía digital, un avance para un país como Colombia que ve cómo el comercio electrónico crece, pero las ventas se alijan en multinacionales que no pagan los mismos impuestos. Esta dicotomía es la que tiene enfrentados a EE.UU. y China.
La Cepal ya asomó el potencial de recaudo cuando elaboró el ranking “Recaudo potencial de IVA de los servicios digitales (Uber, Netflix, Spotify y Apple)” en 2018, en el que Colombia, con una tasa de IVA de 16%, registró ventas por US$381 millones y el recaudo representó US$53 millones.
La nueva reforma tributaria, asesorada por esos expertos internacionales, debe poner sobre la mesa que estas empresas generan millonarias ventas sin estar físicamente en un territorio y que además tienen sus oficinas matrices en países con bajos impuestos, lugares en donde declaran la mayoría de sus ganancias.
Esa es la fórmula para que sus creadores y mayores accionistas estén siempre en la cabeza de los listados de los hombres más ricos del mundo. Vender en todos los países, no pagar los mismos impuestos y declarar en países de baja tributación o paraísos contributivos.
El ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, y sus asesores deben trabajar en la hipótesis de que si se aplica 3% de impuesto sobre las ventas a nivel global a las cuatro grandes tecnológicas, tendrían que pagar este año, US$25.000 millones pues prevén ingresos de US$840.000 millones a la luz de los reportes en las bolsas. Colombia es un mercado clave para las “Gafa” y no puede pasar desapercibida la tendencia global de hacerlas pagar más tributos en países de donde derivan sus ventas.
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