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EDITORIAL

El Congreso y su “mordida” del presupuesto

miércoles, 15 de mayo de 2019

La Cámara de Representantes aprobó una reforma que avala al Congreso para designar 20% del Presupuesto, una acción polémica que desvirtúa las funciones del Gobierno Nacional

Editorial

Se abre paso en el Congreso de la República una iniciativa perversa de origen legislativo que busca que los senadores y representantes a la Cámara decidan directamente sobre el destino de 20% del Presupuesto General de la Nación; en pocas palabras que ellos dispongan de un poco más $51,78 billones para las obras que crean convenientes para sus regiones o para proyectos en lugares en donde se encuentren sus electores. El acto legislativo va muy avanzado y solo los congresistas del Centro Democrático se han opuesto a esta idea populista revestida de buenas intenciones, pero que no deja de ser la oficialización de la “mermelada” o la entronización de un “mico” de carácter constitucional que dejaría en el limbo a los contribuyentes, quienes serían al final los que aportarían más impuestos para saciar el apetito de obras que desencadenaría tal propósito.

De acuerdo a lo aprobado el pasado lunes por la plenaria de la Cámara de Representantes en un acto legislativo que reformaría el Artículo 351 de la Constitución Nacional, va en camino de establecerse oficialmente que los congresistas tengan mesada propia en el presupuesto, totalmente en contravía de las tesis de la banca multilateral que le recomiendan al país centralización del gasto y ahorro en las finanzas públicas. La reforma constitucional fue aprobada en su sexta de ocho votaciones, y quedó lista para que sea discutida en el Senado antes del 16 de junio cuando terminan las sesiones ordinarias. Por su parte el Gobierno Nacional ha guardado silencio, tal vez por la incapacidad de los ministros responsables de atajar semejante iniciativa.

El punto de máxima preocupación es que la opinión pública no puede vivir pendiente de los goles que el legislativo le busca meter, no solo a sus mismos lectores, sino a las arcas estatales. Las cuentas son las siguiente: de un presupuesto de $258 billones, que es el vigente para el próximo año, 20%, es decir $51,79 billones será destinado por los congresistas para obras que ellos consideren a través de Planeación Nacional o de los mismos ministerios. Así las cuentas, quien gobernaría no serían los ministerios con su plan dirigido por el ejecutivo de turno, sino por los representantes o senadores que señalarían las obras y los contratistas. Esto no es otra cosa que aprobar la corrupción y destapar una Caja de Pandora de la cual salgan miles de “elefantes blancos” y de tráficos de influencias.

El proyecto es muy popular entre los congresistas pues tuvo una aprobación de 117 votos contra 11. El ponente del cambio constitucional fue el representante del Polo Democrático, Germán Navas Talero, disponer de parte del presupuesto le evitará a los congresistas arrodillarse ante los ministros. Es decir, cualquier representante o senador, estará en capacidad de disponer de dinero de los bolsillos de los colombianos. El país económico, empresarial y contribuyente no se está dando cuenta de lo que están haciendo en el Congreso que incluso ya decidió acabar con la figura de las Ocad, mecanismo que fue creado para la asignación de los recursos que les llega a las regiones por la vía de las regalías. Si la iniciativa se convierte en realidad, los mismos congresistas podrán idear nuevas reformas tributarias para aumentar ese 20% y disponer de más dinero para sus contratos regionales. Es claramente una situación que el Gobierno Nacional debe para antes de que sea tarde.

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