¡Cuidado con la intervención de los servicios!

El presidente, Gustavo Petro ,asumirá, por el término de tres meses hasta mayo próximo, las funciones de carácter general delegadas a la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico y a la Comisión de Regulación de Energía y Gas, una situación de mucho cuidado, pues existe el riesgo de generar un falso mercado y un impacto ineludible en los resultados de las empresas que juegan en ese mercado.

Es razonable tal intervención por los altos precios que colocan las generadoras en la bolsa de energía, situación que es uno de los factores que más generan inflación, con valores de hasta $690 por kilovatio hora, muy a pesar de las abundantes lluvias experimentadas durante los últimos 30 meses.

Esa es una situación que es necesaria, ponerle control administrativo a lo que ocurre al interior de la novedosa bolsa de energía, pero no deja de ser preocupante que de una intervención técnica pueda decantar en politiquería y revanchismo idelogizado.

Petro ha dicho que “en Colombia solo hay seis grandes generadores de electricidad, es un oligopolio, no hay libre competencia. Cuando hay tan pocos, tienen la capacidad de manipular el precio y por eso muchas de las quejas de la sociedad colombiana por el precio del servicio público de energía”, un señalamiento peligros porque hay un mercado vigilado, y más que culpabilidad de las empresas que juegan un papel en la generación, es ineficacia en las entidades de control y vigilancia.

Al final de año pasado, se adoptaron medidas regulatorias para bajar las tarifas de energía y mejorar su alto costo que sigue impactando la variación de precios, pero no se obtuvieron los resultados esperados y mucho tuvo que ver con la pasividad de la Comisión de Regulación de Energía y Gas que no logró frenar la tendencia alcista, quizá también porque se había politizado y dejado de lado su carácter técnico.

Los gremios que reúnen a las empresas del sector han presentado observaciones frente a la situación y recomendado algunos procedimientos estructurales para no caer en los peligros que pueden derivarse de desconocer la formación de un mercado muy sensible y la afección a grandes compañías en los servicios públicos.

Hay preocupación por posibles afectaciones a la institucionalidad, el papel de las compañías privadas tradicionales en el sector e incertidumbre frente a los cambios en las reglas de juego que atenten en contra de la seguridad jurídica; hoy más que nunca el Gobierno Nacional debe tener en cuenta que en la generación de energía hay media docena de empresas tradicionales en el sector, algunas multinacionales, que han invertido y firmado contratos, convenios y ganado licitaciones en varios momentos de la historia, afectar a los jugadores, luego de una mala intervención, puede debilitar toda la cadena y llevara al país a riesgos innecesarios de racionamiento o lo mejor de desabatecimiento eléctrico.

El camino es el respeto por lo técnico, desarrollar mercado, concertación con los jugadores, vigilancia y control en todo el sistema interconectado, que dicho sea de paso, tiene serias amenazas y problemas hacia el futuro, si no se logra que HidroItuango entre en plena operación. Por precios altos y poca vigilancia de la Creg puede justificarse la intervención, pero es una situación peligrosa si se afecta a las empresas generadoras más allá de lo técnico e ideologice la medida.