¿Dónde está la bolita?

No tengo tractomula ni finca, pero me caen muy bien los camioneros y los campesinos. La mayoría de ellos no frecuenta clubes, ni tiene títulos. Los cambian por trabajo, dedicación y alto riesgo. Los camioneros rezan a su patrona La Virgen del Carmen  y los campesinos a Las Mercedes y Chiquinquirá y no les da pena la devoción en carreteras y parcelas. Los citadinos les parece que “hacen el oso” con esas creencias. 

Los camioneros trabajan 15 horas/día en nuestra difícil topografía y deben enfrentar no solo a la delincuencia, sino inclemencias del tiempo y arbitrariedades de todos: pueblo que se respete bloquea la troncal que lo atraviesa para hacer la manifestación, procesión o protesta. ¿Y quiénes pagan los platos rotos? Los camioneros. En la capital ni se enteran y poco le importa. 

¿Son ineficientes y atentan contra la competitividad del país? ¿Son los responsables de la inflación? No. Las cuentas no dan para culparlos.

Con un flete/tonelada de $110.000 ida y regreso Bogotá-Cartagena, (2.000 kms) un tracto-camión de 34 toneladas, recibe un ingreso bruto de $8.000.000 por viaje redondo en el que se gasta una semana. En el mejor de los casos hace cuatro viajes al mes con lo que su ingreso máximo es de $32 millones.

En el viaje redondo Bogotá-Cartagena hay 30 peajes a $40.000 promedio ($1,2 millones, $4,8 millones/mes) y se consumen 350 galones de combustible por viaje ($7.500 galón) cuyo costo mes es de $10,5 millones. Suma ambos rubros $15,2 millones. Cargue y descargue vale $700.000 ($2,8 millones/mes) y el conductor tiene un sueldo de $700.000 más 6% del producido bruto (para que coma y duerman) para un total de $2,5 millones, lo que da un total de $20,5 millones. En el mejor de los casos se cambian dos llantas/mes que cuestan $2 millones y una pinchada de $150.000. En aceite y lubricantes $1,5 millones, para $24 millones.

El precio de una tractomula nueva es de $500 millones, incluyendo los $72 millones del cupo de la chatarrización, llantas, herramientas y “gallitos” (copas y otros). Un bajo costo de oportunidad (0,8%) da $4 millones para un total de $28 millones Los seguros valen $6 millones ($500.000/mes) para $28,5 millones. Así, le va quedando a su dueño $3,5 millones al mes, sin contar impuestos y uno que otro comparendo y cero robo.

¿Y la depreciación? Legalmente se puede hacer en cinco períodos, lo cual implicaría $100 millones/año, $8 millones al mes. Imposible hacerla y reponerla y en buena parte por eso una tractomula opera hasta 25 o 30 años. No hay con que reponerla

Lo anterior no deja duda sobre los costos del transporte en Colombia que hacen imposible que el negocio sea rentable y muestra que la culpa no la tienen los camioneros, pero tampoco los usuarios de la carga. La bolita está en otra parte.

No más carreta. El transporte carretero no es la solución a la baja competitividad en Colombia, así se haga un gran esfuerzo en las llamadas 4G, necesario pero insuficiente. (Editorial de LR de julio 15). 

El sistema multimodal (carretera-fluvial-férreo) es la vía. Los dos últimos son mucho más baratos que el primero y paradójicamente los más descuidados, a lo mejor porque no son rentables para los contratistas. Un mayor equilibrio entre los tres permitiría no depender de los camioneros, hoy desesperados por la situación, así no se justifique su hostilidad y malas maneras de algunos. Pero tampoco hay que echarles la culpa de todos los males logísticos de este país.

PD. ¿Cómo es posible que no haya una línea férrea entre Bogotá y Barranquilla y que el río Magdalena no le sirva al comercio exterior del país?