Sacar piojos a domicilio, flores gigantes y otros negocios curiosos que hay en Bogotá

La familia Guzmán se contagió con piojos. Pero, lejos de quedarse en los lamentos, decidió emprender y saber todo sobre la cura para ese mal. Se volvieron tan expertos que empezaron a sanar a otros vecinos y en poco tiempo ya iban a barrios lejanos a prestar sus servicios.

Su trabajo es sencillo: sacarles los piojos a la gente. Por eso, además del servicio a domicilio, atienden en sedes acondicionadas con todos los elementos y que parecen salones de belleza. Así nació Cabellos Sanos, la empresa familiar de los Guzmán.

Ya tienen sedes en Bogotá, Ibagué y Bucaramanga. En los próximos meses abrirán un local en Medellín. Atienden un promedio de siete clientes diarios y su método para garantizar el tratamiento es tan bueno que ellos son el propio ejemplo. Nunca más hubo un piojo o un liendre en sus cabezas.

También en la capital, Juan Camilo Ayala se planteó un emprendimiento. Crear la forma en que las personas accedieran a un seguro sin salir de internet. Por eso desarrolló AsegúrateFácil.com, un sitio donde se puede contactar, cotizar y comprar el servicio. Todo para hacer más fácil la vida de la gente. Desde su creación, la empresa de Juan Camilo ha vendido 2.200 Soat, pero sus servicios no terminan ahí. También ofrece seguros de viaje, contra robos y contra choques.

Por su parte, para Mauricio Lozano, una historia de amor del colegio fue el punto de partida empresarial. Se enamoró y como tenía poco dinero pensó en hacerle una manualidad a una chica que se iba del colegio.

El regalo era una flor gigante de papel. La llevó y la entregó, pero la historia no tuvo un final feliz. De ahí en adelante se dedicó a perfeccionar su idea y la universidad le sirvió para crear una agencia de regalos en donde materializa las ideas de los enamorados.

A su negocio lo llamó Flores Gigantes y si alguien lo llama puede bajar en rapel varios pisos a llevar una serenata o entregar un costal lleno de besos. Todo para que esas historias de amor sí lleguen a buen puerto.

Otra historia es la de John Galindo, quien salió del Ejército Nacional y montó una microempresa de recreación. Pero a los payasos se les acabaron los zapatos. El problema se solucionó rápido. Él empezó a confeccionarlos en su empresa Pispirispis. Hoy vende sus productos en Bogotá y diferentes lugares del país.

Un negocio que anda sonando mucho por estos días en la capital es el de Juan Salcedo y Andrés Gutiérrez a quienes la odisea que puede ser agarrar un taxi un viernes lluvioso a las seis de la tarde les dio la idea de diseñar una aplicación gratuita para teléfonos inteligentes para llamar a este servicio sin necesidad de esperar al otro lado de la línea ni tener que exponerse en la calle.

Tappsi ya tiene 110.000 descargas en menos de seis meses y los emprendedores esperan llevarla a otras ciudades antes de que termine el año.

Estas son cinco historias de negocio que partieron de ideas raras y que hoy lograron éxito en Bogotá. Así termina esta serie que recopiló casos de emprendimientos raros y que triunfaron como ideas de negocios en cuatro regiones del país.

Una empresa dedicada a sacar piojos
El negocio nació de una necesidad familiar cuando se contagiaron de piojos los Guzmán, en vez de desanimarse le salieron al paso al asunto y comenzaron a investigar sobre el tema. Se dieron cuenta de que el problema era más común de lo que parecía. Desde hace siete años se dedican a sacar piojos. “Nos dimos cuenta de que los pesticidas lo que hacen es fortalecerlos. Centramos nuestro servicio en una loción natural y en un peine especial de acero quirúrgico, nuestro producto principal, además del servicio”, comenta Luisa Fernanda Guzmán, asistente administrativa de Cabellos Sanos. Su empresa ya tiene dos sedes en Bogotá, una en Bucaramanga, otra en Ibagué y para el segundo semestre de 2013 abrirá en Medellín. Cabellos Sanos presta el servicio en sus locales o a domicilio y los precios de las consultas, que inician con un diagnóstico, varían entre los $35.000 a los $70.000.

Zapatos y trajes para payasos a la medida
Del servicio militar salió con una idea clara. Allí mientras hacía parte del Ejército Nacional fue miembro del Circo Colombia, como malabarista. También se hizo amigo de varios payasos y apenas volvió a la vida civil supo que el camino era ser emprendedor. Por eso John Galindo se asoció con dos compañeros de servicio y montó una empresa de recreación. Pero su idea de negocio terminó de redondearse cuando llegó la necesidad de comprar trajes de payaso. Como era muy difícil encontrar quién los fabricara, Jhon se metió en el negocio a una hermana modista y comenzaron a fabricar trajes y zapatos. “Quedaron tan bonitos que empezamos a producirlos. Coincidió que el primer mes de producción fue octubre y vendimos 80 pares de zapatos para payasos. Desde el comienzo fue muy exitoso”, recuerda John, gerente y fundador de Pispirispis. Los zapatos son talla 44 y cada par vale $75.000.

El amor gigante que va a cualquier parte
Una amor en el colegio fue el comienzo de la empresa de Mauricio Lozano. La chica que le gustaba se iba a la universidad y a él le faltaba todavía un año para terminar. Por eso le hizo una flor gigante y se la llevó. La idea, un tiempo después, se volvió negocio cuando Mauricio inició su carrera de publicidad. Ahí comenzó Flores Gigantes, una microempresa que se convirtió en una agencia de regalos. “Transformamos el concepto del cliente en algo material. Si no tiene ideas de qué quiere hacer, nosotros hacemos varias propuestas con estrategias innovadoras”, dice Mauricio, gerente de Flores Gigantes. Esa innovación puede ser una flor de gran tamaño de papel entregada a la destinataria en bicicleta, una serenata que baja en rapel al piso donde vive la enamorada o un diccionario donde la palabra “hermosa” tiene como significado el relato del día en que la conoció quien envía el regalo y el nombre de la afortunada.

Seguros sin desconectarse ni un segundo de la red
El reto era vender seguros por internet. Así se planteó el desafío y Juan Camilo Ayala decidió hacerle frente. Por eso se empeñó en hacer algo innovador: que todo el servicio (contacto, cotización y pago) se hiciera por la red. Bajo esta consigna nació, en junio de 2011, AsegúrateFácil.com. Tras hacer varias alianzas estratégicas con compañías de seguros comenzó a operar. En menos de dos años, la compañía ha vendido más 2.200 Soat. “Es un muy buen indicador que hay una renovación de más del 60%. El cliente entra y lo compra en tres minutos y se envía a domicilio a cualquier parte del país.”, asegura Juan Camilo, gerente y fundador de la firma. Además del Soat, su oferta se centra en otros dos productos. Un seguro todo riesgo (contra robo y choques) y un seguro de viajes. AsegúrateFácil.com piensa extender su portafolio de servicios y para finales de año ofrecerá seguros de propiedades.

La aplicación para pedir taxis es cada día más popular
La escena parecía un clásico. Viernes, hora pico, lluvia y ganas de salir de la oficina. Tras 30 minutos de llamadas infructuosas para pedir un taxi, a Juan Salcedo y Andrés Gutiérrez les tocó salir a la calle a buscar un móvil. Tras abordarlo en la vía hablaron con el conductor. Se dieron cuenta de que, además de la mala comunicación, los taxistas también tenían otros problemas. Ahí vieron que la inseguridad, el no tener vueltas y la competencia desleal con el radioteléfono incidían en un buen servicio. Así nació la idea de crear Tappsi, una aplicación gratuita para pedir taxis desde un teléfono inteligente. “Primero la probamos con amigos y después, por los buenos comentarios decidimos perfeccionarla y lanzarla al público”, sostiene Juan. Tappsi lleva 110.000 descargas en menos de seis meses. En los próximos meses esperan llegar a las 200.000 descargas y comenzar a expandir su servicio a otras ciudades de Colombia.

La opinión

Mauricio Lozano
Gerente y fundador de Flores Gigantes
“La empresa se dividió en dos líneas de negocio: las flores y el ayudarle al cliente a materializar su idea. Hay que buscar a las personas que todavía creen en el amor”.