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Según un reciente estudio de IDC encargado por Microsoft, aproximadamente 82% de las grandes empresas colombianas planea incrementar su inversión en inteligencia artificial en los próximos dos años
La inteligencia artificial generativa parece ser un éxito en Colombia, ya que tanto los profesionales independientes como las grandes organizaciones están incorporando modelos como Gemini de Google, ChatGPT de OpenAI y otros, como aliados estratégicos para elevar su productividad, repensar procesos y escalar ideas que antes eran impensables sin grandes presupuestos.
Lo interesante no es solo su capacidad de generar texto, código o presentaciones. Es su evolución hacia herramientas capaces de crear imágenes, editar videos, interactuar por voz o incluso analizar lo que les mostramos a través de una cámara, podemos decir que estamos frente a una nueva infraestructura creativa, y Colombia ya está apostando por ella.
Según un estudio de IDC encargado por Microsoft, 82% de las grandes empresas colombianas planea incrementar su inversión en inteligencia artificial en los próximos dos años. De hecho, Colombia se ha posicionado como uno de los países con el retorno más alto por inversión en IA en América Latina, con una media de 3X en retorno y un tiempo promedio de recuperación de 13 meses. Un 23% de las organizaciones colombianas logra ese retorno en menos de seis meses.
No solo es el sector como tal privado, cientos de profesionales creativos, periodistas, diseñadores, publicistas y freelancers están invirtiendo en suscripciones mensuales que rondan los 20 USD (80.000 - 90.000 COP) para acceder a versiones premium. Lo que hace un año parecía una curiosidad, hoy es una línea fija en el presupuesto de productividad.
Pero hablemos de esos los modelos que más impacto han generado y la usabilidad que tienen en este usuario independiente:
ChatGPT ha demostrado ser el modelo más utilizado para tareas que requieren pensamiento creativo, desarrollo de storytelling, escritura emocional y educación. Es, en esencia, un asistente creativo con habilidades de escritura y síntesis excepcionales.
Gemini, en cambio, se está posicionando como el asistente ideal para ambientes corporativos: lectura y análisis de documentos, generación de reportes en Google Sheets o Docs, conexión con datos en vivo y edición multimodal de presentaciones. Su integración nativa con el ecosistema Google le permite operar como una especie de “Chief AI Officer” silencioso.
En la práctica, muchos equipos híbridos están empezando a combinar ambas plataformas: creatividad con ChatGPT, ejecución con Gemini.
Esto está cambiando radicalmente las industrias creativas. Desde campañas publicitarias hasta storyboards animados, pasando por pruebas de diseño de producto o visualizaciones arquitectónicas: la IA ha democratizado la fase de prototipado creativo.
El reto ya no es técnico. Es estratégico. Las organizaciones colombianas deben pasar del entusiasmo inicial a una implementación medible, ética y escalable. Deben capacitar a sus equipos, rediseñar procesos y entender que la IA no sustituye a las personas, pero sí cambia radicalmente la forma en que trabajan.
En este escenario, quienes entiendan mejor las capacidades y límites de estas tecnologías tendrán una ventaja competitiva enorme. Porque la IA no reemplaza la intuición, pero sí potencia la ejecución.
Business Insider registró que Internet se demoró siete años en llegar al millón de usuarios, mientras que ChatGPT se tardó solo cinco en alcanzar ese mismo tráfico.