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COMERCIO

La prórroga del término de existencia de las Zonas Francas y el proyecto de decreto que podría ocasionar el colapso de un régimen que ha mostrado ser maravilloso.

martes, 5 de febrero de 2019

La duración de las Zonas Francas sería de 30 años, prorrogables por 30 años más

Gustavo Lorenzo

La normativa en materia de prórrogas de las Zonas Francas, desde la vigencia de la Ley 1004, tiene su génesis en el artículo 392-2, señalando de manera expresa que la duración de las Zonas Francas sería de 30 años, prorrogables por 30 años más, sin que de manera alguna fuese contemplada diferenciación entre las Zonas Francas Permanentes y las Zonas Francas Permanentes Especiales, ni tampoco requisitos adicionales para acceder a dichas prórrogas en materia de inversión, empleo y mucho menos, por supuesto, en materia de exportaciones.

Atendiendo los criterios contemplados en los decretos 383 y 4051 reglamentarios de dicha ley, donde se han declarado la inmensa mayoría de las Zonas Francas, se diseñaron proyectos estructurados con base en proyecciones financieras cuyos supuestos han venido siendo modificados por el gobierno, en detrimento de tales inversionistas y de toda la cadena de valor que generan, principalmente en cuanto a: i. la importación (introducción de materias primas e insumos), ii. la generación importantísima de empleos directos, indirectos y vinculados; iii. la prestación de servicios de todo tipo (desde servicios de salud, portuarios, como maquilas, BPO etc.), iv, los encadenamientos productivos; v. la exportación al resto del mundo de bienes y servicios.

Posteriormente, el 23 de diciembre de 2016, se expidió el Decreto 2147, modificatorio de parte de la normativa sobre el régimen franco, donde de manera desafortunada y con criterios diferenciadores jamás enunciados en la normativa primigenia, se limitó el tiempo de existencia de las Especiales a máximo 30 años, incluida la prórroga.
El proyecto de decreto publicado por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo para comentarios, se refiere a la posibilidad de que dicha entidad, por medio de la Comisión Intersectorial, autorice prórrogas a las Zonas Francas Permanentes y Especiales bajo requisitos imposibles de cumplir y ajenos a los proyectos empresariales. En efecto, el proyecto contemple criterios tales como: i. la participación en las cadenas de valor, ii. Esfuerzos en I +D, iii. Importancia del Capital humano Calificado, y iv. Resultado de invenciones, los cuales desconocen la realidad económica (cadenas globales de valor) y educacional del país (importancia del capital humano calificado), y aun peor, no señalan criterio alguno sobre qué es bueno, que es deseable y con cuánto se “pasa”.

Además de lo anterior, el proyecto contempla requisitos en materia de inversión y empleo adicionales, con lo cual pareciera que el Ministerio y los promotores de este proyecto, no entendiesen que una prórroga para una Zona Franca no se solicita para doblar la capacidad instalada de una Clínica u Hospital en materia de pacientes, equipos y empleados ni tampoco para ensanchar una planta al doble de lo inicialmente obtenido, so pretexto absurdo de duplicar maquinaria e incrementar los empleos de manera exponencial. Las prórrogas se solicitan para poder consolidar los negocios, lograr un equilibrio financiero, mantener la producción de las compañías, estabilizar las condiciones laborales, ingresos y bienestar de los empleados directos, indirectos, vinculados y sus familias, continuar honrando las obligaciones fiscales con el gobierno, tanto desde el punto de vista empresarial como individual, en materia de renta, IVA, ICA, entre otros muchos factores de la mayor relevancia.

El proyecto pues, así concebido, refleja en mi opinión, una violación a los principios de buena fe y confianza legítima, consagrados en normas constitucionales y diversas sentencias tanto de la Corte Constitucional como del Consejo de Estado, y lo más grave, envía un mensaje de inestabilidad jurídica gravísimo a los inversionistas y emprendedores que han decidido hacer empresa en nuestro país y con ella, dinamizar de manera general la economía.

Confiamos en que sea reconsiderado de manera integral este proyecto, que se archive y que se fortalezca e incentive el régimen franco, cuyas bondades, entre otras en materia de generación de empleo, atracción de inversión y fortalecimiento del encadenamiento productivo, están plenamente demostradas.

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