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INFRAESTRUCTURA

Cuatro obras para crecer en desarrollo agroindustrial

jueves, 5 de febrero de 2015
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Paula Delgado

En cabeza de cuatro sectores agrícolas está hoy la mayor apuesta por la infraestructura productiva en un esfuerzo por hacer más competitiva la actividad y trasladar mayor rentabilidad a quienes viven de ella.

Es así que este año entran en operación dos plantas y se evalúa la viabilidad de otras dos, dichos proyectos vienen siendo liderados por los gremios para suplir la ausencia de inversiones públicas en el campo.

Según Rafael Mejía, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), si se mira en el largo plazo, las inversiones en el campo intentaron recuperarse durante 2014 frente al cierre de 2013, aunque “la situación no es tan buena”.

La primera iniciativa corrió por cuenta de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) que a finales del año pasado puso en operación su planta de mezcla física de fertilizantes en Quindío.

Desde entonces los almacenes del Comité de Cafeteros de dicho departamento ofrecen el servicio de preparación de alimento para el cultivo de acuerdo a las necesidades y requerimientos del suelo y de cada productor.

Guillermo Zuluaga, director del Comité de Quindío, explicó que con la puesta en marcha de la planta “se contribuye con la disminución de hasta 15% en los costos de los fertilizantes, uno de los insumos más significativos en esta actividad”. Así mismo, destacó que de manera complementaria se ofrecerán análisis de suelos para elaborar el insumo a la medida de cada predio como en la agricultura de precisión”.

Este año, para julio, también entrará en operación la primera planta de secamiento, almacenamiento y trilla de la Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz) de las cuatro que se planean construir de aquí a 2021, una por cada región arrocera (Llanos Orientales, Centro, Costa Atlántica, entre otras).

El proyecto que fue avalado por el Ministerio de Agricultura se diseñó para responder a las necesidades de Casanare, uno de los departamentos con mayor producción (81.000 hectáreas cultivadas en 2014) pero, al mismo tiempo, uno de los más rezagados en infraestructura para el procesamiento de la cosecha.

Las instalaciones que necesitaron una inversión de $25.446 millones, tendrán capacidad para secar 500 toneladas de arroz al día, trillar hasta 3.428 toneladas al mes y almacenar 21.000 toneladas de cereal al año.

Al final, el nivel de ingreso de los productores crecerá entre 12% y 20%, pues tendrán mayor poder de negociación ante la industria con la posibilidad de comercializar el grano cuando lo consideren más conveniente. “No estarán obligados aceptar las condiciones comerciales que se ofrecen para un perecedero, como es el paddy verde, sino que pueden venderlo seco a la industria o blanco a los distribuidores”, dijo Rafael Hernández, presidente del gremio.

Los fruticultores también tiene su propia iniciativa con dos proyectos que se encuentran en etapa de prefactibilidad y diseño. La propuesta es liderada por Asohofrucol y analizada por la Unidad Administrativa para la Consolidación Territorial (Uact) y el Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo (Fonade).

Se trata de una planta empacadora de papaya en Córdoba y una transformadora de productos derivados de mango en Sucre. La primera tendrá una inversión de $2.482 millones y la segunda de $1.660 millones.

De ser construidas, entrarían en operación en 2016 y beneficiarían a 900 familias en las zonas de intervención, generando 126 empleos formales y 304 jornales. Además, un análisis de mercado permitió identificar que se impulsarían las exportaciones a Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea.

“De esta forma se reducirían los costos de producción, se mejoraría la calidad y los precios, crecerían las posibilidades de comercialización directa y se optimizarían las condiciones productivas y comerciales de estas dos líneas productivas”, destacó Álvaro Palacio, líder gremial.

Finalmente, la Federación de Productores de Papa (Fedepapa) lleva a cabo estudios de factibilidad para construir una serie de centros de agregación de valor de lavado y cepillado del tubérculo en las zonas productoras.

Tales plantas hacen parte del Plan de competitividad para pequeños y medianos productores y contarán con la financiación del Ministerio de Agricultura. Según el cronograma, este año se definirán las zonas beneficiadas y se realizarán los diseños iniciales. Se estima que la inversión estará entre $800 y $1.500 millones por cada una.

Inversión continúa en descenso según encuesta de la SAC
Según la última Encuesta de Opinión Empresarial Agropecuaria (Eoea) a pesar de que en el tercer trimestre del año pasado mejoró la percepción de la situación económica en 9,1%, no se hicieron más inversiones en el campo. De hecho, este fue el factor productivo que más desventaja les significó a los productores (con un balance de -28,2 puntos porcentuales de desfavorabilidad), especialmente a los bananeros, floricultores y ganaderos. La SAC interpreta que lo anterior se debe a los estragos del cambio climático.

Las Opiniones

Rafael Hernández
Presidente de Fedearroz

“Buscamos la competitividad de los productores frente a los mercados internacionales a través de un servicio que prestará la Federación”.

Juan Manuel García
Gerente de Fedepapa

“Los centros de agregación de valor están consignados en el Plan de competitividad que busca impulsar a pequeños y medianos productores”.

Álvaro Palacio
Gerente de Asohofrucol

“Una de las debilidades más considerables del sector es la falta de infraestructura para mejorar los procesos de poscosecha en frutas”.

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