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El grupo alemán Siemens y la firma japonesa Mitsubishi Heavy Industries (MHI) presentaron el lunes una oferta conjunta de compra a la francesa Alstom que incluye US$9.530 millones en efectivo y compite con una propuesta de la estadounidense General Electric.
Mediante la oferta, Siemens adquiriría las operaciones de turbinas de gas de Alstom por US$5.293 millones en efectivo, y MHI obtendría participación en activos que incluyen equipos de energía hidroeléctrica y tendido de red mediante emprendimientos conjuntos operados por separado.
MHI inyectaría US$4.207 millones en efectivo en Alstom y obtendría una participación directa de hasta el 10% en la compañía francesa de manos del accionista Bouygues.
Alstom indicó que examinaría la propuesta de Siemens y MHI en los próximos días.
En tanto, GE señaló que había logrado avances en sus negociaciones con el Gobierno francés por su oferta sobre el negocio energético de Alstom, que incluye 'propuestas de alianzas en energía y transporte'. Un portavoz señaló, no obstante, que GE no sería llevado a una guerra de ofertas.
La contienda por adquirir los negocios de electricidad del fabricante francés de turbinas y trenes ingresó en una semana crucial de cara al plazo del 23 de junio establecido por GE para su oferta de US$16.830 millones por la totalidad de la unidad energética de Alstom, que incluye energía térmica, renovable y negocios de redes eléctricas.
El Gobierno francés ha criticado la propuesta de GE y se otorgó a sí mismo autoridad para vetar el acuerdo bajo el argumento de que no desea que Alstom, una compañía innovadora e importante empleador en el país, venda buena parte de sus negocios a una compañía extranjera sin discutirlo con el Estado.
El Gobierno socialista también ha intentado negociar mejores ofertas y alianzas para preservar a Alstom como una compañía preponderante en transporte y energía, al considerar que ambas son industrias vitales en momentos en que la tasa de desempleo sigue atascada por encima del 10%.
Además, un creciente número de votantes franceses se está inclinando hacia la extrema derecha.
El ministro de Finanzas de Francia, Michel Sapin, dijo que Alstom y el Gobierno examinarían ambas propuestas una vez sobre la mesa y basarían su decisión en eso.
Alstom, más conocida en el exterior por fabricar los trenes de alta velocidad TGV, emplea a 18.000 personas en Francia, o alrededor de un quinto de la fuerza laboral del país.
La compañía fue rescatada del borde de la quiebra por el Estado francés hace una década y desde entonces ha dependido mayormente de órdenes públicas para vender equipos energéticos y de transporte ferroviario.
Una oferta rival formal ofrece a París una mejor posición negociadora ante GE en su intento por garantizar los empleos y mantener las principales oficinas de la compañía en Francia, a fin de asegurar la independencia energética del país.
Alstom es abastecedor de turbinas para plantas nucleares a nivel mundial y París teme que sus exportaciones en la industria de energía atómica queden en riesgo si el negocio cae bajo el control de Estados Unidos.
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