La mala hora que están pasando varias cadenas de retailers en Norteamérica

Hasta hace poco Canadá era visto como el último bastión de los retailers en Norteamérica. Mientras en 2018 la emblemática comercializadora de juguetes Toys R Us anunciaba el cierre de todas sus tiendas en Estados Unidos, en este país la misma marca reportaba un récord de ventas que superaba un billón de dólares. Estas buenas cifras estuvieron en parte influenciadas por la campaña de solidaridad emprendida por los consumidores canadienses, quienes tras ver las noticias de lo ocurrido en el mercado estadounidense, optaron por hacer sus compras navideñas en dicha juguetería.

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Pero el milagro de Navidad no se hizo extensivo a los demás retailers. En 2019 grandes marcas le han dicho adiós al mercado canadiense por cuenta de una crisis que tiene su génesis en las compras online. Al final de este mes la popular tienda de ropa y accesorios para mujer, Forever 21, cerrará las 44 tiendas que tiene en este país. Según las estimaciones presentadas por la compañía en su declaración de banca rota ante la Corte Superior de Ontario, esta decisión dejará a 2.000 personas sin empleo.

A la salida de Forever 21, que ahora sólo venderá en Canadá a través de su página web, se suma la quiebra de otros gigantes del mundo del retail. Payless, la tienda de calzado que comercializaba diversas marcas, cerró los 248 locales que tenía en territorio canadiense, mientras que Sears ya había hecho lo propio con sus almacenes en esta parte globo.

Tras este panorama, y la afectación que esto viene teniendo en el empleo, el sector privado solicitó al gobierno generar nuevos incentivos para el comercio tradicional.

Canadá es el único país Ocde que no devuelve impuestos a los visitantes extranjeros que realizan compras en su territorio. De ahí, que la primera petición hecha al gobierno de Trudeau, recientemente reelegido, es que se otorgue dicho incentivo a los turistas. “Con más de 2,1 millones de trabajadores, el sector retail es el mayor empleador de Canadá. Es esencial mantener la competitividad global en esta materia”, señaló la Federación Nacional de Retailers de este país.

La segunda petición de los comerciantes tiene que ver con la reducción del costo de la comisión que hoy todos los establecimientos pagan a la banca cuando sus clientes usan dinero plástico. Mientras en Europa el cobro por las transacciones hechas con tarjeta de crédito es de 0,3% del valor de la compra, en Canadá la tarifa es de 1,5%. “Los canadienses estamos pagando 7 billones de dólares al año por el cobro de este servicio”, advirtió Greg Wilson, director de Relaciones Gubernamentales del Consejo de Retailers.

Con el 16% de su población representada en adultos mayores de 65 años y un promedio de edad nacional de 41 años, Canadá era percibido como un mercado en el que las compras en tiendas físicas aún estaban lejos de vivir una situación similar a la que viven hoy los retailers en Estados Unidos. Sin embargo, la adaptación de los baby boomers a las nuevas tecnologías y la influencia de las nuevas generaciones sobre los hábitos de compra de sus padres, ha llevado a que las compras on-line crezcan más rápido de lo esperado entre la población más adulta.

Según cálculos hechos por la firma Coresight Research, por cada tienda que se abre hoy en Estados Unidos, dos están anunciando su cierre. Los mismos estimados prevén que para el final de este año un total de 12.000 establecimientos comerciales habrán cerrado definitivamente sus puertas, lo que revela una preocupante estadística, y es que a diario 33 negocios del sector retail están dejando de existir en Norteamérica. La situación ya se trasladó a Canadá, y mientras el mismo fenómeno toma fuerza en Latinoamérica, algunos comerciantes ven en el sur del continente la opción para mantener, por ahora, el modelo de las tiendas físicas.