Funcionarios diluyen propuestas para lograr un acuerdo climático: así avanza G-20

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Los negociadores llegaron a un acuerdo sobre la sección climática de las conclusiones finales de la cumbre del Grupo de los 20, pero tuvieron que suavizar las propuestas iniciales para que todos firmen una declaración para que los líderes la lleven a la reunión de la COP26 en Glasgow esta semana.

El lenguaje refleja en gran medida las promesas anteriores hechas en el acuerdo climático de París. Los líderes dijeron que "siguen comprometidos con el objetivo del Acuerdo de París de mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de los 2 grados Celsius y realizar esfuerzos para limitarlo a 1,5 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales".

Como se esperaba, el comunicado, una copia del cual fue visto por Bloomberg, acuerda eliminar gradualmente la inversión en nuevas plantas de energía de carbón en alta mar, algo que China ya dijo que haría. "Pondremos fin a la provisión de financiación pública internacional para la nueva generación de energía de carbón en el extranjero para fines de 2021".

En términos de carbón nacional, la declaración solo contiene un compromiso general para apoyar a los países que se comprometen a "eliminar gradualmente la inversión en nueva capacidad de generación de energía a base de carbón para hacerlo lo antes posible".

Las versiones anteriores del comunicado de Roma tenían un lenguaje más específico y detallado sobre el destete del carbón.

Por su parte, el primer ministro italiano, Mario Draghi, anfitrión del G-20, reconoció la naturaleza difícil de las conversaciones sobre el clima en la cumbre justo cuando los diplomáticos se acercaban a una declaración conjunta que está muy por debajo de las ambiciones iniciales.

"En esta sala, tenemos diferentes puntos de vista sobre qué tan pronto debemos comenzar a actuar y qué tan rápido debemos cambiar de rumbo", dijo Draghi a los líderes. "Las economías emergentes resienten cuánto han contaminado los países ricos en el pasado y exigen ayuda financiera para apoyarlos en esta transición".

Draghi reconoció la necesidad de escuchar estas preocupaciones, así como las dudas sobre la credibilidad de los compromisos climáticos de las naciones occidentales, pero agregó que tales recelos no deberían ser una razón para diluir los objetivos globales.

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Además, Biden y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, buscaron calmar las tensiones por el intento fallido de Turquía de comprar aviones de combate de Estados Unidos, centrándose en cambio en sus intereses de defensa más amplios como aliados de la Otan. Los dos hablaron durante casi una hora al margen del G-20.

Asimismo, el controvertido presidente de Brasil y escéptico del clima, Jair Bolsonaro, hizo una figura solitaria en la cumbre. Eso fue hasta que Angela Merkel se acercó sigilosamente a él en la cena del sábado. Los dos tuvieron una conversación inusualmente franca que se transformó en una conversación amistosa y significativa entre dos líderes con diferentes visiones del mundo, según dos funcionarios del G-20 que presenciaron la escena.

Un alto funcionario dijo que Bolsonaro le confió al canciller saliente de Alemania que no era tan malo como siempre lo retrataron los medios. Merkel, quien durante sus 16 años en el poder ha experimentado su parte del escrutinio de la prensa, señaló que lo entendía.