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El presidente Joe biden ya elevó su voz para que el país replique el ejemplo de otras naciones como Australia en un control mayor de rifles y fusiles en poder de civiles
El 24 de mayo, Estados Unidos repitió una de sus peores tragedias de la última década. En un colegio de Texas, un adolescente de 18 años disparó un rifle de asalto contra estudiantes de primaria y mató a 21 personas, entre niños y profesores.
Con esto, se reabrió el debate entorno a la venta y el porte de armas. Este tema se ha vuelto, incluso desde antes de la llegada de Donald Trump, quien es uno de las voces más conocidas a favor de no tocar la legislación, en una cuestión de orillas.
Por un lado los demócratas, en cabeza del presidente Joe Biden, piden un cambio en la segunda enmienda de la constitución que es la que avala el reglamento actual. Y, por el otro, los republicanos, con sus voces más importantes en el Congreso, dicen que este es un derecho fundamental del pueblo estadounidense y por ende es anticonstitucional modificarlo.
Según el portal web World Population Review, Estados Unidos encabeza el ranking de países con el mayor índice de armas de fuego por habitante. El portal afirma que para una población de 334 millones, en el país circulan más de 393,3 millones de armas de fuego.
Esto, que no pasa en ningún otro país, significa que por cada estadounidense, hay 1,2 armas de fuego (120 por cada 100 habitantes). El partido demócrata se ha venido basando en este índice para explicar el por qué de los tiroteos que en 2021, para noviembre, habían dejado 17.000 muertos según el Archivo de la Violencia Armada.
El Top 3 del ranking lo completan Yemen y Canadá, que, con 52,8 y 34,7 armas por cada 100 habitantes respectivamente, se distancian en un número considerable de Estados Unidos. Sólo en el caso de Yemen, hay una reducción cercana a 0,7 armas por habitante (70 por cada 100 habitantes).
En otros países como Australia, Noruega, Canadá y Reino Unido, el endurecimiento de las normas para el porte y la compra de armas de fuego han demostrado que es una medida que funciona para disminuir los tiroteos masivos.
Sólo en el país de Oceanía, que en 1996 ordenó un desarme masivo después de una masacre, redujo su número de tiroteos masivos y pasó de uno cada 18 meses a sólo uno en 26 años, según The New York Times.
Colombia es el tercer país latinoamericano en el ranking (15vo). Con cinco millones de armas y 50 millones de habitantes, en el país hay cerca de 10 armas por cada 100 habitantes.
Venezuela es el primer pais de la región en el ranking (8vo), y con casi seis millones de armas de fuego y 30 millones de habitantes, cuenta con 18,5 armas por cada 100 venezolanos.
México, entre tanto, es el treceavo país en la lista y el segundo latinoamericano con 12,9 armas por cada 100 habitantes.
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