La dependencia de los bancos españoles de la liquidez del Banco Central Europeo (BCE) sigue elevada pese a los descensos de los últimos diez meses: aún quedan por devolver €250.072 millones.
El pasado mes de junio, la deuda acumulada por los bancos que operan en España con el organismo que preside Mario Draghi se redujo el 1,9% frente al mes anterior. En números absolutos, el descenso fue de €4.907 millones. En un año, esta deuda se ha reducido un 33%.
El importe que la banca española debe al BCE se disparó a partir de diciembre de 2011, cuando tuvo lugar la primera subasta de largo plazo (LTRO) que el organismo europeo lanzó para evitar un credit crunch en Europa. En marzo del año siguiente, se lanzó la segunda subasta: en total, el banco central ofreció a los bancos de la UE más de un billón de euros, a un tipo de interés del 1% y con un plazo de devolución de tres años. Los bancos italianos y los españoles fueron los que más se beneficiaron de estos préstamos.
A principios de este año se produjo la primera ventana para que las entidades pudiesen empezar a devolver el dinero al BCE y la mayoría la han aprovechado para empezar a reducir su deuda. Pese a que financiarse en el mercado sigue siendo mucho más caro que acudir al BCE, la banca quiere quitarse el estigma de la dependencia de Fránkfurt.
De hecho, en paralelo con lo que ocurre en la banca española, también baja la deuda total de las entidades europeas con el banco central. En junio, se situó en €730.513 millones, prácticamente el 2% menos que el mes anterior.
