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El presidente Donald Trump en un acto público
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Entre las normas está una congelación de la contratación federal y el regreso del trabajo presencial en las oficinas del Gobierno
El presidente Donald Trump revocó decenas de órdenes ejecutivas puestas en marcha por su predecesor, Joe Biden, aplicó una congelación de la contratación federal y ordenó a los trabajadores del Gobierno que volvieran a la oficina como parte de la primera tanda de acciones oficiales que ha firmado desde que retomó el cargo.
Trump adelantó las medidas tras un desfile en el Capital One Arena de Washington, después de un discurso de investidura en el que prometió una drástica revisión del Gobierno federal.
"Revocaré casi 80 acciones ejecutivas destructivas y radicales de la administración anterior, una de las peores administraciones de la historia", dijo Trump.
El presidente y la Casa Blanca no especificaron de inmediato cuáles de las 78 órdenes ejecutivas de Biden serían rescindidas, pero su campaña indicó que Trump probablemente se centraría en las acciones de Biden sobre regulaciones de armas de fuego, retiradas de petróleo en alta mar, protecciones a los trabajadores federales e inteligencia artificial.
La paralización inmediata de todas las normativas federales pendientes es una medida habitual de transferencia de poder presidencial que se remonta al menos a Jimmy Carter. Ordena a las agencias federales que dejen de proponer o finalizar normas, salvo en casos de emergencia, y que retiren cualquier norma que aún no se haya publicado.
La congelación se levantará en cada agencia tan pronto como llegue un jefe de agencia nombrado por Trump para aprobar nuevas reglas.
"Es importante porque permite a la nueva administración tener a su gente en su lugar antes de que sus agencias comiencen a hacer nuevas políticas", dijo Jack Beermann, quien enseña derecho administrativo en la Universidad de Boston. "Es algo rutinario y probablemente útil para la transición. No tiene nada de nefasto y la alternativa sería peor".
Las acciones ejecutivas de la fuerza de trabajo -que incluyeron una congelación de la contratación en todo el gobierno- son probablemente la salva de apertura en un intento de frenar el tamaño del gobierno federal. Trump indicó que se centraría en el Servicio de Impuestos Internos en particular.
"Pondremos en pausa la contratación de nuevos agentes del IRS. También exigiremos que los trabajadores federales vuelvan a la oficina en persona", dijo Trump.
Pero las políticas de vuelta al trabajo han sido un objetivo particular para Musk, el multimillonario CEO de Tesla Inc. y SpaceX que dirige el llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental de Trump. Musk impulsó un mandato de vuelta al trabajo en un intento de animar a algunos trabajadores federales a simplemente renunciar o ser despedidos por no presentarse.
Las políticas federales de trabajo desde casa fueron objeto de la primera audiencia este año del Comité de Supervisión y Asuntos Gubernamentales de la Cámara de Representantes, controlado por los republicanos, que ha nombrado un nuevo subcomité para complementar el trabajo del Doge de Musk.
Alrededor de un tercio de los empleados federales trabajan desde casa a tiempo completo, según un informe del año pasado de la senadora republicana por Iowa Joni Ernst. Pero muchas agencias siguen teniendo el mismo espacio de oficinas que tenían antes de la pandemia, lo que hace que cerca de la mitad del espacio de oficinas federales esté sin utilizar, dijo.
Los sindicatos de empleados federales dicen que las cifras de Ernst son engañosas. Los datos de la Oficina de Gestión y Presupuesto muestran que alrededor de 10% de la mano de obra está permanentemente a distancia, incluidos los trabajadores discapacitados con una adaptación documentada, los cónyuges de militares y aquellos en los que la naturaleza del trabajo es móvil.
Las directrices federales sobre teletrabajo son muy anteriores a la emergencia nacional que Trump declaró en marzo de 2020 durante la pandemia de Covid-19. En virtud de la Ley de Mejora del Teletrabajo de 2010, las agencias estaban obligadas a adoptar políticas de trabajo a distancia que animaban a muchos empleados a trabajar desde casa.
Por otra parte, Trump prometió cumplir una promesa electoral: firmar una orden ejecutiva que prohíba a cualquier departamento o agencia federal trabajar para censurar o limitar la expresión de los ciudadanos estadounidenses y prohibir que se utilice dinero federal para etiquetar la expresión nacional como información errónea o desinformación.
Trump ha dicho que ordenará al Departamento de Justicia que investigue y procese a las personas implicadas en la "censura en línea" y ha pedido que se recorten los fondos federales para la investigación y las ayudas a los estudiantes de cualquier universidad estadounidense "que se descubra que ha participado en actividades de censura o injerencia electoral", como marcar contenidos de las redes sociales para su retirada.
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